Los enfrentamientos comenzaron desde las primeras horas de la mañana, cuando alrededor de cuarenta disidentes llegaron al casco urbano de este poblado para hacer proselitismo.
Luego de esto, y tras ser informados, efectivos del Ejército arribaron a la zona, comenzando los combates en medio de la población civil.
“La pareja de esposos, encargados del mantenimiento de los tanques del acueducto, quedó en medio de los disparos, al igual que sus hijos, esa misma situación se presentó con otro integrantes de la comunidad, quienes debieron esconderse en las casas para no resultar heridos”, denunciaron integrantes de organizaciones campesinas.
Entonces el pánico se apoderó de los pobladores, ya que el Ejército empezó a atacar a los disidentes con ametrallamientos desde un helicóptero, que prácticamente toda la mañana sobrevoló esta zona del norte del Cauca.
“La misma comunidad empezó a mandar fotos y videos de cómo los disparos impactaron sus viviendas, generando mucho miedo porque no encontraban lugares para esconderse, más cuando los combates se extendieron toda la mañana”, denunció por su parte un líder cultural de Caloto.
Es que los soldados, apoyados por el helicóptero, empezaron a perseguir a los disidentes por la zona montañosa, presentándose combates en los cascos urbanos de las veredas y corregimientos.
De acuerdo con las denuncias que la misma población realiza desde la zona, esta situación era algo anunciado porque desde finales de diciembre, y principio de enero, los disidentes de las Farc patrullan las carreteras de esta zona del departamento.
“Ellos salen a cada rato para hablar con la gente, decirles que siguen con la lucha armada, además pintan grafitis alusivos a la Dagoberto Ramos sobre el asfalto de las vías, paredes de los locales y viviendas”, reza la denuncia de la comunidad.
Mientras tanto, en el sur del departamento, más exactamente en las zonas rurales de Argelia y El Tambo, continúa la guerra entre el Ejército de Liberación Nacional, Eln, y la disidencia Carlos Patiño de las Farc.
Los líderes sociales de la zona denunciaron que los integrantes de uno de estos grupos armados obligaron a la comunidad de San Juan de Micay, Betania, Zabaleta y Honduras asistir a una reunión para que entre todos sacaran al Eln y al Ejército.
A finales de 2020, y en los primeros días de este año, se presentaron siete homicidios en la zona. Además, varias personas están desaparecidas tras la incursión de estos nuevos actores armados en poblaciones como El Plateado, Argelia.