Comunidad se robó 25 mil gallinas de una finca en Atlántico

Foto: Colprensa

Darío Raggio, representante de la empresa propietaria de la finca de donde la comunidad hurtó más de 25.000 gallinas durante cuatro días, dijo que interpondrá acciones legales y que lo más seguro es que se retire del negocio, ubicado en el municipio de Repelón, Atlántico.

“Yo no estaba en la finca, me había retirado por unos días, salí de Barranquilla con mi familia a pasar las festividades; las personas de seguridad de la finca me empezaron a llamar desde el 23 de diciembre por la tarde porque las personas empezaron a irrumpir en la finca para empezar a robar en menor cantidad los animales y se fue incrementando con el correr de los días”, narró inicialmente el señor Raggio.

Manifestó que el 24 de diciembre “fue un caos generalizado. De hecho, entraban por todas las coordenadas de la finca. Mi finca está sobre una carretera principal que queda equidistante entre el municipio de Repelón y la población de Villa Rosa, jurisdicción de ese municipio. La gente entraba de manera descarada delante de nuestro personal de seguridad. Tengo una persona de mi seguridad privada, incluso, con un arma reglamentaria, la cual él la escondió porque las personas en algún momento le abordaron diciéndole ‘dispárame y luego atente a las consecuencias, les quitamos el arma y acá los vamos a picar a todos’, usando un lenguaje muy bajo. La verdad es que yo como extranjero sigo sin entender lo que está sucediendo”.

“Nosotros llamamos en innumerables ocasiones a la Policía y enviamos varios mensajes al comandante que nos correspondía en el municipio de Repelón. Llamamos también a otras, donde tenemos otras fincas, pero nos decían que no tenían jurisdicción y que lamentablemente no podían actuar, que no tenían ninguna clase de derecho de cómo actuar. Llamamos a la que nos corresponde, que es la del municipio de Repelón y la triste noticia que nos dieron es que tenían una unidad compuesta por dos agentes y una motocicleta. La verdad es que quiero valorar el esfuerzo de esos dos oficiales y su jefe en el municipio de Repelón, porque tuvieron que enfrentar a 4.000 personas que ingresaron a la finca”, anotó.

Sostuvo que el hurto de los animales fue reiterativo durante cuatro días “y eso se fue incrementando hasta que acabaron con todo lo que encontraron a su paso. Mi pregunta es ¿no debe existir una reacción igual a la que se tiene en el sentido opuesto? Es una de las Leyes de Newton. ¿Qué pueden hacer esos dos agentes y el jefe de la delegación, que son tres personas, ante una turba que llegó a arrasar con la finca? Además, se rumoró de que el propietario estaba preso y de que iban a regalar las cosas cuando eso es totalmente falso. No escucharon que les decían que eso era propiedad privada, que era una empresa. Llegaron irrumpiendo por todos los costados de la finca. ¿Por qué acabaron con todo? ¿Por qué entraron por la parte posterior? ¿Por qué rompieron galpones? ¿Por qué mataban al animal cruelmente para meterlo en el saco?”.

Indicó que tiene unas 15 personas trabajando en la finca “que trabajaron como leones esos muchachos corriendo a la gente y arriesgando su integridad. Y cuando llegamos a otra escala empiezan a ingresar con armas tipo casera, con los que llaman chopos, y también con escopetas, armas letales e independientemente de machetes, que creo en las manos de estas personas es más letal que una ametralladora de la Policía”.

“Nosotros vamos a entablar una demanda por detrimento de patrimonio y la reparación directa. Eso lo van a determinar nuestros abogados e irá contra quien corresponda. Eso lo determinarán ellos. Pero más allá de eso, de la pérdida de 25.000 gallinas, yo no me siento seguro ni tranquilo de volver ahí con mi familia. He recibido amenazas de personas de la zona y el lenguaje de ellos es que no aparezca por allí, que no dé la cara porque me iban a ‘quebrar’. Tuve que cambiar mi vehículo por un vehículo blindado, cuando en verdad a mí me gusta conducir con las ventanas abajo por lo rico de este clima. La verdad es que ya no queremos seguir. Hablo por mí, por mis socios de Estados Unidos, quienes siquiera quieren venir para aquí”, aseguró Raggio.

El señor Raggio dijo que por la pandemia estaban pasando algunas dificultades y que estaban clasificando a los animales para vender una parte.

“Es una empresa colombiana, que tiene registro de Cámara de Comercio de Cartagena, pero con inversión extranjera. Son inversionistas que llegaron con capital extranjero, que cumplieron con todos los requisitos que se necesita para ingresar al país. Los capitales vienen de empresas nuestras en Estados Unidos. Los que le apuestan a nuestra empresa son extranjeros todos, desde Estados Unidos hasta Europa”, subrayó.

Ante lo sucedido terminó diciendo que “estoy totalmente convencido de que no voy a seguir con la inversión aquí en la zona porque en verdad hay una vulnerabilidad total. Porque pase lo que pase no se puede reaccionar, no pudimos reaccionar y cómo lo íbamos a hacer si ingresaban personas de todas las edades”.

La Policía sí actuó

El coronel Leonardo Patiño, comandante Operativo de la Policía Atlántico, aseguró que esa institución sí actuó frente al millonario robo de gallinas en una finca, ubicada en zona rural del municipio de Repelón.

“Primero que todo, en el Departamento de Policía Atlántico rechazamos las reacciones de algunos pobladores del municipio de Repelón. Alrededor de 5.000 personas invadieron el predio porque escucharon un rumor de que la persona dueña del predio estaba privada de la libertad y que como le iban a hacer extinción de dominio a la finca, era de libre albedrío poder entrar. De acuerdo a las informaciones que tenemos, esa información vino de los trabajadores que tienen en la finca”, aseguró el coronel Patiño.

Agregó que unas 5.000 personas ingresaron por todos los costados del inmueble. “De acuerdo a las informaciones que nos suministra el oficial que estaba como comandante de estación, no fueron armas de fuego. Lo que cuentan los trabajadores al señor Raggio. Existió una desbandada de niños, niñas, adolescentes y personas adultas, que al escuchar el rumor quisieron apropiarse de ese inmueble. La Policía reaccionó en conjunto con el personal de seguridad de la finca y ahuyentaron a muchas de esas personas y por eso ellos iban golpeando a las gallinas, las mataban y las iban dejando ahí”.

“Eso fue algo nefasto. Es como si hubiésemos llegado a la época del canibalismo, de los neandertales. Esa fue una reacción cero humana”, sostuvo el Comandante Operativo de Policía Atlántico.

Manifestó que posteriormente se hace el acordonamiento de la finca. “Es una finca de 50 hectáreas. Donde las gallinas estaban pastando dentro de un área aproximada de cinco a seis hectáreas. Es decir, que los tres galpones donde habitualmente las guardaban estaban vacíos, ellos en las horas de la tarde las sacan para rotarlas. Y cuando llegó la desbandada los animales estaban fuera de los galpones”.

“Cuando se dio aviso a la Policía, la Policía actuó. Otra situación que se presentó es que cuando se presentó la primera tanta de desbandada, el mismo representante legal dice que si es necesario regalen las gallinas de una forma ordenada, pero tristemente los pobladores de Repelón y de los corregimientos cercanos entendieron esto de otra forma e ingresaron de manera desaforada. Esa también fue otra desinformación de parte de la empresa. Cuando el señor dice regalemos las gallinas para que no haya desbandada los mismos trabajadores empiezan a hacer esa acción. Pero fue mucha gente la realizó esa actividad”, terminó diciendo el coronel Patiño.

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