Los amigos de lo ajeno una vez más hicieron de las suyas. Esta vez engañaron a los propietarios de un almacén de productos agrícolas y veterinarios con un domicilio, que terminó convirtiéndose en un millonario hurto.
Q’HUBO dialogó con Jorge Otálora Rojas, víctima de los ‘cacos’, que al parecer, aprovechando la emergencia sanitaria, encontraron otra modalidad para cometer sus fechorías.
El falso pedido
Jorge Otálora, quien es propietario del local comercial de razón social Semillas de Oro, ubicado en la calle 28 con carrera Cuarta C, le contó a Q’HUBO cómo fueron engañados por los ‘pillos’, que les hurtaron cinco millones de pesos en mercancía.
Según el relato del afectado, los delincuentes se contactaron con su esposa, vía telefónica, para hacer un pedido de semillas de pasto Bracharia de cumbre. Los desconocidos, quienes se hacían pasar por clientes, estuvieron durante dos días en contacto con los comerciantes, hasta que el sábado les solicitaron que les enviaran 70 kilos de la semilla al barrio Jordán.
“Ellos tenían todo muy bien estudiado, se habían dateado del tema, porque nos hicieron creer que sabían del material que supuestamente iban a comprar. Aparte de eso planearon todo para hacernos llegar hasta el punto de entrega y luego desaparecer”, aseguró Otálora.,
El robo
Como el domiciliario de confianza del almacén no pudo hacer la entrega del pedido, Jorge y su esposa optaron por enviar los insumos en un taxi, con uno de sus empleados. Los dos hombres, conductor y empleado, llegaron a una panadería ubicada en la segunda etapa del Jordán para hacer la entrega. Allí dialogaron con una mujer y le entregaron los productos, pero la desconocida, mediante engaños, los distrajo, y varios de sus compinches huyeron con las semillas.
“Cuando le entregaron la mercancía, la mujer les manifestó que el jefe de ella estaba en la otra esquina, y les pidió que la acompañaran allí para entregarles el dinero. La presunta delincuente se subió en el taxi y minutos después recibió una llamada del supuesto jefe, quien le pidió que fuera a comprar unos medicamentos y que le dijera al encargado del domicilio que regresara a la panadería para pagarle el pedido, pero para nuestra sorpresa, todas las personas desaparecieron del lugar con los productos”, relató Jorge.
Quedaron en cámaras
Los ladrones utilizaron un establecimiento comercial para engañar a las víctimas, pero no contaban con que allí había cámaras de seguridad, donde quedó registrado el actuar delictivo de cuatro mujeres y un hombre, quienes al parecer integraran esta banda delincuencial.
Las mujeres que vestían batas, gorros y tapabocas, quisieron hacerse pasar por trabajadoras de la panadería para engañar a sus víctimas y luego huir con los productos, tal como quedó registrado en el video que será suministrado a las autoridades policiales.
Dato
Los ‘pillos’ también engañaron a los propietarios de la panadería, haciéndose pasar por clientes.
