Angie Ríos
El 27 de abril de 1973 varios trabajadores del Estado hicieron realidad su sueño de tener casa propia. Ese día, el Instituto de Crédito Territorial les hizo entrega de las llaves de los inmuebles a varias familias, quienes se convirtieron en los fundadores del barrio Limonar. Amparo Rivera, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) e hija de uno de los fundadores del barrio, recuerda con nostalgia aquella época donde la unión entre vecinos, la seguridad y la sana convivencia predominaban en el sector, al igual que las amplias zonas verdes, que cubrían los sectores aledaños.
El barrio cambió
En los años setenta el Limonar era un barrio de estrato Dos. El lugar estaba rodeado por amplias zonas verdes, la mayoría de viviendas estaban construidas en obra negra y los patios de las casas colindaban entre sí, situación que permitió que los fundadores crearan un lazo de hermandad que los llevó a desarrollar varios proyectos como el polideportivo y la construcción de la iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá, ubicada en Rincón de Piedra Pintada. Cabe destacar, que estas construcciones se llevaron a cabo gracias a actividades comunitarias como bazares y mingas de trabajo.
En 1990 se construyó el Seguro Social, actual Hospital Federico Lleras Acosta (sede Limonar), construcción que abrió una nueva etapa para el barrio, ubicado en una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad.
Amparo Rivera, quien asumió la presidencia de la JAC en 2012 y quien ha sido la única mujer que ha estado en este cargo en Limonar, aseguró que aunque se sienten afortunados de estar en lo que ella denomina el “segundo centro de Ibagué”, la comercialización de la zona trajo consigo problemas de convivencia y perturbación para algunos residentes, en especial para los adultos mayores que habitan el lugar.
De esas amplios potreros y bosques solo queda el recuerdo, ahora el barrio, que pertenece a la comuna Cuatro, está rodeado de edificios y establecimientos comerciales, que han aumentado el valor comercial de los predios, pero que de manera infortunada ha acabado con la unión que algún día caracterizó a los primeros pobladores.
Perdieron las costumbres
El giro que dio el barrio, de un ambiente residencial a uno comercial, afectó las tradiciones de antaño que caracterizaba a los vecinos y la unión de los habitantes. Algunos de los fundadores ya fallecieron, mientras que sus descendientes han optado por mudarse a otros lugares más tranquilos.
No obstante, los antiguos residentes que aún están en el barrio, luchan por preservar algunas actividades como las tradicionales misas en el parque y celebraciones, que durante este año se vieron relegadas por la pandemia del Covid 19.
Vecinos del Hospital
Hace más de 30 años los pobladores del Limonar se acostumbraron a ser vecinos de uno de los centros hospitalarios más importantes de la región, no obstante, con la llegada del Covid-19 sintieron un poco de temor, pues algunos de ellos denunciaron que hace unos meses el Hospital no efectuaba mantenimiento de las zonas verdes y estos espacios se habían convertido en un tiradero de basuras de los usuarios del centro de salud, pero gracias a la gestión de la Junta de Acción Comunal, el Hospital e Ibagué Limpia tomaron acciones y le dieron un nuevo aspecto al lugar.
- Seguridad En 2010 se registró un foco de inseguridad en la zona, pero gracias al trabajo conjunto entre comunidad y Policía Metropolitana estas bandas fueron desterradas de la zona. La líder comunal describe al Limonar como uno de los barrios más seguros de la ciudad.
- Movilidad El barrio está ubicado en una zona estratégica de la ciudad, colinda con la carrera Quinta y la calle 60, aspecto que hace que la movilidad no sea un problema para sus residentes pues tienen acceso a un amplio número de rutas de busetas.
- Convivencia La presidenta del barrio afirma que en la zona hay una convivencia tranquila, pero añora esos años donde predominaba la unión y el trabajo en equipo por el progreso del barrio. Ahora siente que su comunidad es más apática con los temas comunales.
- Medio ambiente Las zonas verdes que predominaron en los años 70 ya no existen, ahora los habitantes solo pueden disfrutar de los árboles que rodean el polideportivo, el parque y algunos lotes en los que aún no se ha construido.
- Malla vial La comunidad aseguró que a pesar de que hace poco se intervino la calle 59 entre carreras Quinta y Sexta, las vías internas del barrio están en mal estado, pues según ellos están a punto de convertirse en trochas intransitables.
- Recreación Hace 48 años la comunidad construyó el polideportivo, años después se inauguró el parque infantil, únicos dos espacios de recreación en la zona. Los habitantes manifestaron la necesidad de un parque biosaludable y la intervención de los otros dos espacios.
- Zona Cultural En el lugar no hay salón comunal, Amparo Rivera afirmó que no siente la necesidad de construir este espacio pero sí exigió la intervención del polideportivo, lugar que históricamente ha sido el punto de encuentro de los residentes del Limonar.
- Servicios públicos La mayor dificultad en temas de servicios públicos que padece la comunidad es el constante corte del suministro de agua, que según ellos, es una situación con la que deben vivir todos los días, desde hace varios años.
Ficha técnica
Nombre: Limonar
Comuna: 4
Estrato: 4
Viviendas: 400 viviendas
Barrios cercanos: Piedrapintada, Rincón de Piedrapintada, Versalles, Calarcá
El susto de la avalancha
En 1985, cuando Colombia afrontaba la tragedia de Armero, los residentes del Limonar se llevaron un gran susto, a causa de la explosión del tanque del Ibal. A raíz de esta emergencia, varias viviendas se inundaron y los vehículos fueron sacados de los garajes por la fuerza del agua.
Dato: En la zona, un gran porcentaje de predios han sido reconstruidos y tan solo dos viviendas conservan su modelo original.
1990 fue inaugurado el Seguro Social, actual sede del Federico Lleras Acosta.
