“Nunca debimos tomar acciones en la guerra”: Mancuso en la Comisión de la Verdad

Este viernes, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso reconoció el asesinato del líder emberá Kimy Pernía Domicó, ocurrido en el año 2001.

El reconocimiento de su responsabilidad se dio en el marco del Encuentro por la Verdad y ante la hija de Kimy, Martha Cecilia Domicó, a través de un diálogo telefónico facilitado por la Comisión de la Verdad en el marco del Sexto Encuentro por la Verdad ‘Pueblos indígenas en situación y riesgo de exterminio físico y cultural: su dignidad, resistencias y aportes a la paz’.

Luego de que Domicó se presentó como miembro de la comunidad biijdó, el exjefe paramilitar le dijo a la mujer que aprovechaba la oportunidad para pedirles perdón de «todo corazón por estos hechos que los han llenado de luto, de dolor y de sufrimiento con la muerte del líder indígena, el señor Kimy Pernía Domicó».

De acuerdo con el exparamilitar, desde el grupo al margen de la ley nunca debieron tomar acciones en la guerra. «Les explicaré cómo fue mi vinculación al conflicto armado. Yo me equivoqué, pido perdón por ello, por mis acciones en el conflicto que nos ha afectado de tantas maneras».

Domicó le expresó a Mancuso: «Soy la hija de Kimy Pernía. Sí, escucho tus palabras, tu voz, ahora sí nos estamos comunicando. Qué bonito saber que nos estamos comunicando en este momento porque en 2007 estuve apenas en la audiencia y no pude hablar con usted directamente. Escuché su mensaje y pues yo aquí estoy esperando la respuesta».

La joven indígena le hizo varias preguntas sobre la muerte de su padre. «¡Cuántos años no hace desde el 2001! Yo quisiera que dijera la verdad de qué hicieron con mi papá o qué fue lo que pasó. ¿Quiénes fueron las personas responsables? Porque estuve hace un año en la conmemoración de mi papá y fue un dolor tan profundo para mí porque yo decía: yo no sé dónde está mi papá. ¿Qué hicieron con él? Me regalaron unos ramos de flores con ese dolor que tuvieron porque yo les dije: no sé ni a dónde llevar estas flores. Todo mi pueblo está ahora en este momento huérfano».

El exjefe paramilitar agradeció a Domicó y resaltó que le duele lo que sucedido con los pueblos del alto Sinú y de toda Colombia. «Yo he querido desde un principio conversar con ustedes, pero desafortunadamente la Fiscalía General de la Nación en Justicia y Paz en un principio no nos permitía tener comunicación y encuentros directos de perdón y reconciliación y esclarecimiento de la verdad con las víctimas y con ustedes».

Mancuso le dijo a la mujer: «Del proceso de Justicia y Paz voy a contarle unas cosas: lo del líder Kimy Pernía Domicó fue un crimen de Estado. Yo como miembro de facto recibí una llamada del estado, de las fuerzas militares, recibí una orden del comandante Carlos Castaño en este sentido de asesinar, nuestras órdenes eran de dar de baja, eso significa asesinar al líder Kimy Pernía Domicó».

Las razones que según Mancuso recibió no fueron más que «excusas porque ustedes entenderán, ustedes recordarán que a ustedes el Estado los censaba, les impedía ingresar alimentos a la zona, porque les decía de manera libre, lo que ustedes querían llevar no podían llevarlo, porque decían que ustedes allá alimentaban a los grupos subversivos que estaban en la zona. Y cuando construyen Urrá fue una decisión sin consulta que los afectaba a ustedes directamente como comunidad. Y que esto iba a provocar una ruptura de los elementos y tradiciones de su cultura, de su cosmovisión, de su subsistencia material, entre otros. Empezaron acciones sistemáticas desde el Estado colombiano, guiadas a debilitarlos a ustedes y terminar cualquier intento de reivindicar o materializar sus derechos».

Mancuso dijo que «es por eso que empezó entonces una pugna tan grande y empezaron a censarlos, no les permiten que ingresen alimentos libremente. Ustedes lo vivieron, veían que el ejército y nosotros como autodefensas hacíamos retenes; tirábamos en el río las canoas que subían, la cantidad de alimentación que subían de sus comunidades que señalaban como colaboradores en algunos casos y en otros como miembros directos de la guerrilla que estaban en la zona».

El exjefe paramilitar aseguró que está dispuesto a generar espacios de perdón y reconciliación con los pueblos indígenas para que tengan la tranquilidad y entre todos podamos reunirnos. «No solo sería importante que lo hagan con nosotros sino también con los otros actores del conflicto y del gobierno, porque estoy absolutamente seguro que si lo hacemos de esta manera entre todos los que pudimos participar en el conflicto podamos encontrar la manera de que no se vuelvan a repetir estos hechos con ustedes».

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