Cocina con leña, un peligro para 1,6 millones de hogares en Colombia

El uso de combustibles sólidos que aún se emplean para cocinar, como la leña, genera efectos nocivos para la salud de las personas, como las isquemias miocárdicas, infecciones respiratorias agudas y accidentes cerebrovasculares.

“El humo de la leña que se concentra en una habitación equivale a inhalar 400 cigarrillos cada hora. Esto es preocupante porque en Colombia tenemos más de 1,6 millones de familias que usan fogones de leña o carbón”, advirtió Alejandro Martínez, presidente de la Asociación Colombiana del GLP (Gasnova).

El líder gremial resaltó que se debe procurar para estas familias, que son en su mayoría rurales (1,5 millones), un acceso a fuentes de energías limpias que no impacten su salud.

Las enfermedades mencionadas afectan, principalmente, a las mujeres y a los niños que las acompañan.

Según un estudio de la Corporación para la Energía y el Medio Ambiente, que fue contratado por la UPME para medir el impacto del uso de la leña como fuente de cocina: “Sustituir la leña por GLP tiene profundas implicaciones en la vida familiar de los campesinos, en materia de salud, en el estilo de vida de las familias campesinas y tal vez, la más profunda, en la dignidad de la mujer rural. Para nadie es un secreto que la búsqueda y recolección de leña casi siempre es desempeñada por la mujer”.

Martínez explicó que el Gas Licuado del Petróleo (GLP), que se distribuye comúnmente en cilindros y en algunas regiones del país por redes, es la opción más adecuada para cumplir este objetivo.

“Los hogares que consumen leña requieren subsidios para poder acceder al GLP”, agregó.

Ampliación de subsidios

En Colombia existen subsidios al consumo de GLP que se establecieron en 2013 para beneficiar a la gente más necesitada, pero únicamente en los departamentos de Cauca, Nariño, Putumayo, Caquetá, San Andrés Islas, Amazonas y Vaupés, quedando por fuera el resto del país.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calculado que al año mueren 4,3 millones de personas en el mundo, debido a la contaminación intramural producida por el humo de cocinas de leña, carbón o biomasa.

“Esta es una cifra alarmante que equivale a juntar el doble de víctimas del VIH, tuberculosis y malaria”, analizó Martínez.

Los subsidios cubren 50 % y 40 % del consumo de subsistencia mensual para las familias de estratos 1 y 2. “El Gobierno está decidido a ampliar estos subsidios a todo el país, para apalancar el programa de sustitución de leña o carbón”, anunció Martínez.

A pesar de que por la pandemia se tienen limitaciones presupuestales, la meta del plan es llegar a unas 100.000 familias hasta el 2022.

Por su parte, Jorge Valencia, director de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), planteó que la normatividad debe tener un equilibrio que asegure el acceso a un servicio de calidad y a costos eficientes para los usuarios.

“Cuando inició el aislamiento, lo primero que hicimos fue reactivar el servicio a las familias que no contaban con energía ni gas por problemas para el pago de las facturas”, indicó Valencia.

Finalmente, el presidente de Gasnova dijo que lo importante es que el programa de ampliación de subsidios se empiece a implementar tan pronto como sea posible, a más tardar el año entrante.

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