La mujer ibaguereña es echada para adelante, luchadora y trabajadora.Prueba de esto, son las más de tres mil integrantes del Grupo ‘Mujeres Empoderadas de Ibagué’, que fue creado en Facebook y se ha consolidado como una alternativa de apoyo para los emprendimientos y una fuente de información y servicio.
Ventas y servicio
Desde mediados de septiembre fue creado el grupo ‘Mujeres Empoderadas de Ibagué’, como una plataforma para mostrar los diferentes emprendimientos de las ibaguereñas.
La empresaria Tania Sierra inició esta iniciativa, cuyo único requisito para participar es ser mujer: «Las únicas restricciones que le pido a la gente es no hablar de política porque esto genera mucha controversia, ni de temas religiosos por aquello de respetar los diferentes credos y religiones. No es solo un grupo para emprendimientos, es un grupo de apoyo, donde vemos que una chica pregunta si están pidiendo ‘pico y cédula’, en un supermercado en la Ciudad, o si hay servicio de banco el sábado, y realmente, las niñas se esmeran por colaborarse unas a otras», refirió Sierra.
El objetivo de esta comunidad es generar fraternidad, apoyo mutuo: «Que compremos nuestras propias cosas. En esta época de pandemia, si la miramos con ojos de positivismo, podemos ver que es la oportunidad para que nazcan muchas emprendedoras, microempresarias, empresarias y comiencen a forjar su futuro con base en sus sueños», añadió Sierra.
En ‘Mujeres Empoderadas de Ibagué’, se encuentra una gran variedad de productos y servicios: pan, dulces, desayunos, almuerzos, tortas, entre otros alimentos; elementos de aseo, ropa, zapatos, pijamas, adornos florales, accesorios; y servicios de transporte, alquiler de fincas, entre muchos otros.
Hay diversidad en la oferta. «La idea es consolidar una hermandad donde nos apoyemos. Podemos ser las más unidas, generar esa confianza y solidaridad de género, algo que hoy se ha perdido y tenemos que rescatar», afirmó la creadora del grupo.
Cada día se unen más y más seguidoras que dan a conocer sus emprendimientos. Q’HUBO habló con algunas de ellas con la intención de conocer sus historias.
Le apostó a la tradición familiar
Estefany Aya Sáenz, desde hace cuatro meses, decidió emprender una idea de negocio llamada ‘Real Burger’. Junto con su esposo, ofrece comidas rápidas.
Desde que era una niña, Estefany creció entre restaurantes y locales de comidas rápidas, herencia que le transmitió su progenitora. «Crecimos con eso en la sangre, mis hermanos también lo tienen, pero nosotros empezamos hace poco. Desde hace tres años teníamos planeado crear nuestro propio negocio, pero debido a la pandemia buscamos montarlo rápido. Gracias a Dios nos ha ido bien, a la gente le ha gustado mucho y la comida es muy deliciosa y sobre todo casera», señaló la emprendedora.
Pero Stefany no se quedó solo con esto. También tiene un negocio alterno en compañía de una familiar de ‘tortas pizzas’, llamado ‘Delicias Brownie’. Se trata de tortas que se entregan a domicilio con empaques marcados de manera personalizada, globos y decorada con seis toppings (salsas). Ambos emprendimientos los unió y organizan cenas sorpresas, un plus en sus negocios. Además le brindan empleo a otras personas en el local ubicado en la calle 38 con Cuarta Estadio, cerca del Estadio Manuel Murillo Toro.
Endulza con amor
Jessica Andrea Cano López tiene 28 años y es estudiante de último semestre de administración de empresas en la Uniminuto.
Hasta el 30 de junio trabajó en una caja de compensación familiar. Debido a la pandemia no le renovaron el contrato de trabajo y se quedó sin empleo. De inmediato, empezó a buscar la manera de generar ingresos y así cubrir sus gastos.
Así que puso todo su empeño y ahorros para continuar con su vida y creó Fronderella Chocolatería: «Vi que el proyecto de hacer ramos con fresas, desde otra forma de belleza, cautivaba mucho a la gente porque no era el típico ramo, era algo más delicado. Trabajo sola, pero mi familia me ayuda comprando los elementos. He trabajado en hacerlo mejor cada día», contó la emprendedora.
Jessica no sabía nada relacionado con las fresas con chocolate, pero aprendió de manera empírica. Seguía páginas en redes sociales y le llamó la atención. «Dije, yo también lo puedo hacer, empecé a leer, a mirar videos, a equivocarme, a comprar costoso, lo que no era, se me quemaba 10 mil veces el chocolate, era horrible, pero practicando y con el empeño ya lo puedo hacer sola», destacó.
La joven personaliza los ramos, las fresas, hace las cajas y toda la decoración para entregar un producto con amor, de acuerdo con las necesidades de los clientes. Su negocio ha tenido gran aceptación. Con el tiempo espera brindar empleo a otras personas, que como ella, se quedaron sin trabajo.
Amante a las plantas
Katherin Rincón Alonso creó ‘Mi jardín favorito’ a finales de marzo. Su emprendimiento surgió luego de que fue despedida por culpa de la pandemia.
«Llevaba cinco años en la empresa y cerraron. Como me gustan tanto las plantas, un día decidí sentarme a pintar unas materas para mis plantas, pero se las mostré a unos conocidos y a mi familia, y les parecieron lindas, me preguntaron si las vendía y me pareció una oportunidad y la verdad han tenido buena acogida», contó la joven.
En la terraza de su casa ubicada en la segunda etapa del Jordán tiene su pequeño cultivo de suculentas y cactus, que vende en materas de barro pintadas a mano e impermeabilizadas. Sin embargo, cuando el cliente le pide plantas en matera plástica también se las ofrece.
Katherin pinta las materas de acuerdo con el gusto de cada cliente, además hace y decora los empaques.
En algunos casos las entrega en cajas con unas galletas que hace su hermana, negocio de familia. Desde cinco mil pesos las personas pueden conseguir suculentas o cactus.