El nuevo coronavirus, que ya habría infectado al 10% de la población mundial, es una «llamada de atención» para la comunidad internacional, estimó el lunes el director de la OMS, que reclama acelerar la reforma de la organización ante las emergencias sanitarias.
Durante una sesión extraordinaria del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la respuesta al covid-19, Tedros Adhanom Ghebreyesus defendió la labor de la organización, acusada en especial por el presidente estadounidense Donald Trump de incompetencia en su gestión de la pandemia, que ya causó más de un millón de muertos.
Junto a él, el director de emergencias sanitarias de la OMS, Michael Ryan, explicó que alrededor del 10% la población mundial podría haberse contagiado, es decir unos 780 millones de personas, mucho más del doble de las cifras oficiales (35,3 millones).
Tedros defendió la reforma, aplicada en estos tres últimos años, de una organización que había sido acusada de haber subestimado el alcance de la crisis de Ébola en África Occidental entre finales de 2013 y 2016.
«No vamos por el camino equivocado, […] pero debemos ir más rápido. La pandemia es una llamada de atención para todos», declaró Ghebreyesus, que llevaba mascarilla.
«Tenemos que mirarnos al espejo y preguntarnos qué podemos mejorar», añadió.
Esta reunión extraordinaria de dos días del Consejo Ejecutivo –que reúne a los representantes de 34 países elegidos por tres años y encargado de preparar y aplicar las decisiones de los miembros– es solo la quinta en la historia de la organización.
Fue convocada por la OMS en respuesta a una resolución aprobada por los Estados miembro en mayo, que preveía una «evaluación independiente» de la respuesta a la pandemia por parte del organismo y de la comunidad internacional.
«El mundo necesita un sistema sólido de evaluación entre iguales», señaló el director de la OMS, que cita como ejemplo el llamado Examen Periódico Universal por el Consejo de Derechos Humanos, al que deben someterse regularmente todos los miembros de la ONU.
«Animamos a los países a aportar nuevas ideas», continuó el etíope.
Retirada estadounidense
La OMS decretó la alerta mundial el 30 de enero por el covid-19. Desde entonces, fue muy criticada, en especial por Estados Unidos, por su demora en declarar el estado de emergencia, a pesar de que el coronavirus ya había sido detectado a finales de diciembre en China.
También recibió críticas tras emitir unas recomendaciones que fueron consideradas tardías o contradictorias, especialmente sobre el uso de mascarilla o las formas de transmisión del virus. Otros señalaron además que la institución no contaba con recursos presupuestarios e independencia ante los Estados.
El lunes, el representante austriaco, Clemens Martin Auer, alabó la actuación de la OMS, pero pidió una revisión de su gobernanza.
«Nos habría gustado reunirnos antes», declaró. «¿El Consejo es un órgano activo o se trata de una fachada para expresar la gratitud [de los países] ante el trabajo que se realiza?», planteó.
En las últimas semanas, varios países lanzaron reflexiones sobre una reforma de la OMS, como Estados Unidos y el eje franco-alemán.
«Esperamos poder usar esta sesión especial para comenzar a transformar estas numerosas buenas ideas en acciones», comentó por videoconferencia el representante estadounidense, Brett Giroir, secretario adjunto de Salud.
Estos proyectos serán discutidos por los 164 miembros de la OMS en noviembre, cuando abordarán también las consecuencias de la retirada de Estados Unidos de la organización, primer financiador de la agencia.
Entretanto, la OMS puso ya en marcha una campaña para recaudar fondos para la salud mental, «la gran olvidada» de la pandemia, que devastó los servicios especializados.
De 130 países encuestados, 92 señalaron graves perturbaciones en estos servicios de salud mental, según un balance presentado por la organización el lunes.
«Es el aspecto olvidado de Covid-19», señaló Devora Kestel, directora de la OMS encargada de la salud mental, insistiendo en la necesidad de más fondos.