IBAGUÉ. Si existen ‘resorts’ para perros, caballos y ratones, ¿por qué no puede haber ‘apartahoteles’ para pericos y cacatúas? El invento es obra y gracia de Manuel Humberto Díaz, amante de las aves ornamentales.
Con chamizos, paja, vasijas y muñecos de hule, el artesano acondiciona las pajareras a un metro de altura para que sus animalitos se sientan como reyes.
“Cada casa tiene la sala de espera, comedero, cuartos, un patio donde hay piscina y kiosko”, explicó; y como si fuera poco, los ‘humildes’ nidos tienen escaleras para que las aves puedan bajarse al piso cuando quieran.
“No me gusta ver los pájaros encerrados, por eso me inventé este formato que les brinda mayor comodidad, porque hacen todo al aire libre y nadie los acosa”, señaló.
Manuel Humberto, piensa en todo. Dentro del paquete que ofrece a sus clientes, también está la educación de estas mascotas enseñándoles a obedecer y a comportarse como aves de alta alcurnia.
“Los acaricio, les hablo y lo saco a pasear para que tengan confianza. Ellos también sienten y se manejan muy bien para que los propietarios se sientan contentos con su compañía”, aseveró.
Y como los pájaros son todo para Díaz, ofrece un accesorio más para mayor bienestar: El coche portátil, en donde se sacan a pasear las aves, sin temor a que se escapen.