Entre enero y septiembre del 2020 en Colombia se han presentado 42 masacres, la cifra más alta desde el año 2016, cuando se firmó la paz con la exguerrilla de las Farc. Ante esto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se declaró alarmada.
El organismo, que es uno de los verificadores del cumplimiento del Acuerdo de Paz, publicó un informe en el que su secretario general, Antonio Guterres, señala su alarma ante “las masacres que se dieron en diferentes departamentos en los últimos meses».
El informe da cuenta de que dos de tres tercios de los excombatientes de las FARC que viven fuera de los espacios de reincorporación están en riesgo de morir o de no subsistir económicamente.
También reporta que en los últimos 3 meses fueron asesinados 19 exguerrilleros, elevando la cifra a 50 en lo que va corrido del año y convirtiéndose en el trimestre más sangriento del 2020.
«Estos crímenes están siendo perpetrados principalmente en zonas con escasa presencia estatal, altos niveles de pobreza, economías ilícitas y disputas entre grupos armados ilegales y organizaciones criminales», subrayó la organización.
La organización internacional también hace hincapié en el contexto violento que envuelve a los activistas de derechos humanos y líderes sociales. Así, en lo que va del año se han podido verificar 48 homicidios, incluidos los de nueve personas de comunidades étnicas y cinco mujeres.