Laura Chadely Marín Peláez, propietaria de la empresa ‘Doctor Bienestar’, encargada de realizar brigadas de salud en el Tolima, enfrenta una situación de miedo y zozobra por culpa de unas amenazas de muerte que recibió de un grupo delincuencial.
Informó que ha intentado denunciar el hecho ante las autoridades, sin embargo, se la ha pasado como un ‘pin pong’, de la Fiscalía al Gaula, y según dijo, ninguna entidad le recibe la delicada denuncia.
La empresa que tiene Marín Pelaez llega a lugares remotos en el territorio tolimense donde los pobladores no tienen acceso al sistema de salud. Efectúa exámenes, formulan vitaminas y otro tipo de atención que brindan enfermeras y una médica, madres cabeza de familia, contratadas por Marín Peláez.
Contó que su vida iba normal hasta marzo, cuando recibió una amenaza en su vivienda. «Llegaron unos tipos en moto, me empezaron a extorsionar. Por la pandemia no volví a salir y me quedé en casa. Pero el 3 de septiembre, cuando levantaron la cuarentena, volví a viajar. Me fui para Chaparral porque tenía unas brigadas de salud y ese día, cuando salí del pueblo e iba por la vía a Ortega, me salieron en una moto, me cerraron y dos sujetos se identificaron como integrantes del Frente Ismael Ruiz de las disidencias de las Farc», señaló.
Agregó que los individuos le exigieron siete millones de pesos para dejarla continuar en la zona ayudando a la comunidad. Como Laura no tenía dinero, los hombres le habrían manifestado que se comunicarían con ella para la entrega de la plata.
El 15 de septiembre de nuevo fue contactada por los delincuentes: «Me dijeron que eran del Frente Ismael Ruiz, que me llamaban para que entregara el dinero que me habían pedido. De inmediato, corté la llamada y no volví a contestar teléfonos desconocidos. Una semana después me llegó un correo donde me amenazaron, me escribieron todo tipo de groserías y que me van a matar porque no les colaboro con la plata», contó la denunciante.
De mal en peor
La situación cada vez se complica más, debido a que el pasado jueves dejaron un panfleto en la vivienda de la empresaria. En el documento le indicaron que tenía plazo hasta el 30 de septiembre para pagar los siete millones de pesos, correspondiente a ese mes y que alistara otro monto similar para octubre, reiterando que si no cancela, le quitarán la vida.
Pero lo peor le sucedió el miércoles en la noche, cuando llegó a su morada luego de una cena con sus amigas: «Llegaron dos tipos en una moto de color vinotinto y me bajaron del carro. Me jalaron el pelo, me pusieron un revólver en el cuello. Me dijeron que tengo plazo hasta el domingo de dar los siete millones, sino me van a matar. Realmente esto es demasiado. No aguanto más», refirió Marín Peláez.
Sin respuesta
Ante las amenazas y extorsiones, Laura Marín informó que interpuso denuncias en la Fiscalía y Policía, sin embargo, no ha encontrado una respuesta que la haga sentir segura.
«En marzo puse la denuncia en la Fiscalía, en septiembre como estaba cerrada me dijeron que debía ser virtual, hasta el sol de hoy no ha pasado nada. Que debo ir a la Fiscalía, fui hoy (jueves) a poner en conocimiento lo que me pasó y no me recibieron la denuncia porque es con el Gaula y del Gaula me mandan para la Fiscalía, ya no sé qué hacer. Ayudo a personas con la empresa, tengo contratadas a 30 madres cabezas de familia, a los campesinos, a combatir enfermedades, a prevenirlas, me siento demasiado expuesta», señaló la empresaria.