Cansados manifestaron estar los habitantes de la calle 18 número 1 – 63 del barrio La Gaviota, por los malos olores y la proliferación de roedores y culebras en la zona, a causa del colapso de una red de alcantarillado.
Aunque los afectados informaron que instauraron derechos de petición ante distintas entidades, 10 meses después de la emergencia no han recibido respuesta alguna y el daño cada día genera más preocupación en este populoso sector.
El daño
Q’HUBO visitó la zona y dialogó con Liliana Baena, una de las residentes más afectadas, pues justo frente a su vivienda está ubicado el gran hueco.
Aseguró que el problema inició hace más de dos años, sin embargo, el año pasado debido a un fuerte aguacero que cayó a finales de noviembre, la red de alcantarillado colapsó y un tubo de gran dimensión se rompió. El daño originó un gran hueco frente al inmueble de Liliana, que hoy no solo la afecta a ella sino a toda la comunidad.
Liliana, quien está embarazada, relató: “En un aguacero el alcantarillado colapsó, nos inundamos y ahí quedó tremendo hueco, con el pasar de los días se ha hecho más grande y como ninguna entidad responde, el daño cada día es más complicado. Por debajo del cemento ya no hay soporte y nos tocó a nosotros tapar de manera improvisada para evitar que se genere una plaga de roedores y culebras, porque por ahí salen aguas negras y el olor ya es insoportable”.
El primer piso del inmueble tuvo que ser deshabitado, pues el daño ya ha empezado a averiar los cimientos de la estructura, lo cual pone en riesgo la integridad de la familia.
No han sido escuchados
Por otro lado, la señora Liliana Reyes, líder de La Gaviota, manifestó que en un inicio enviaron una carta al Ibal. La empresa de Acueducto y Alcantarillado efectuó una visita en la zona y manifestó que la petición debía ser remitida a la empresa de acueducto que opera en el lugar (Aguas Gaviota).
La comunidad también envió la petición a esta entidad y remitió la queja a la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo, pero hasta el momento no han recibido respuesta alguna y el daño con cada aguacero tiende a empeorar, manifestó la lideresa. Por esa razón, los habitantes hicieron un llamado a los entes competentes para que le ‘pongan mano’ al hueco que hoy tiene a más de ocho familias en alto riesgo.
Dato: En el sector residen mujeres embarazadas, niños y personas de la tercera edad que ya han registrado problemas de salud a raíz de los malos olores que son constantes.
