IBAGUÉ. Desde el 13 de abril, cuando Luz Marina Galvis, habitante del barrio Alaska, fue al galpón y vio el enorme huevo que una de sus gallinas más pequeña y ‘señorita’ puso, decidió gritarle a todo pulmón a su esposo José Eliberto Ochoa, conocido en su localidad como ‘El Pana’, que algo extraordinario le había ocurrido al animalito que su mamá les había regalado con tanto cariño.
Pero lo más sorprendente ocurrió seis días después cuando el huevo explotó y dejó ver que entre sus entrañas había otro de tamaño normal pero con una fárfara (telilla blanda que envuelve el huevo) que pareciera fuera a reventar con sólo observarlo. Según el Jefe de Aseguramiento de Calidad de una granja avícola, Lizandro Benítez, casos como este “no son normales. De hecho podría asegurar que no hay estadísticas que hayan registrado uno porque, por ejemplo, en mi lugar de trabajo se producen 35 millones de huevos mensuales y nunca he visto un acontecimiento
como este”, aseguró.
Y agregó que la dupleta de huevos se pudo generar porque “un óvulo (yema) no tuvo el tiempo normal de cinco horas para terminar su proceso cuando otro cayó en menos de esa duración; es decir, el primer huevo se inició a formar cubriendo la yema con la membrana antes de formar la calcificación de la cáscara” expresó el experto.
Por otro lado, la médica veterinaria, Alejandra Alfonso, explicó que una probable razón que provocó el insólito tamaño de la ovoposición (postura del huevo), “pudo ser un exceso de calcio, ya que este tipo de aves no voladoras. al igual que cualquier especie, vuelcan el 80 por ciento de su calcio en la gestación”, indicó.
Actualmente, la ‘gallina avestruz’ no ha podido incubar más huevos y permanece apaciguada, razón por la que sus propietarios decidieron “aplicarle vaselina en su oviducto (orificio) para tratar de deslizar fácilmente lo que vaya a poner, así como se hace el truco casero de sacar un anillo atorado”, dijeron entre risas, mientras mostraban como oro en paño la ‘dupleta’ de huevos.