IBAGUÉ. Era la 1:30 de la tarde del domingo cuando un estruendo se escuchó en el interior de la casa de José Alexander Herrera, ubicada en la calle 24 con Octava del barrio La Esperanza, detrás del Hospital San Francisco.
Nosotros acabamos de almorzar en el comedor y nos estábamos alistando para salir, cuando se escuchó un estruendo, salimos a mirar y era una roca del peñasco que había caído y acabó con el techo, pared y la mesa del comedor”, dijo Herrera.
En el momento de la caída de la roca, al interior de la vivienda se encontraban cinco personas, dos de las cuales eran dos menores de ocho años, quienes se hallaban fuera de la misma, jugando.
La piedra rodó varios metros y cayó sobre el comedor de la morada, la mesa que quedó aplastada, y de paso acabó con la pared y el techo de la habitación. Además de la gran roca, los ladrillos, tierra y matas de plátano quedaron en la sala de la vivienda.
Según Herrera, “tan sólo mi mamá y mi hermana resultaron con raspaduras y heridas leves, y fueron dadas de alta el mismo domingo. Y aquí ha habido derrumbes pero no tan grandes como ese”.
Por el momento la familia seguirá esperando que el gobierno Local les brinde colaboración y apoyo para afrontar esta situación. “Tenemos que desalojar la casa, por el momento ya unos se fueron a donde los vecinos o un familiar, él único que está aquí soy yo, me da susto, pero no se puede dejar sola, hay que cuidar las cosas”, concluyó.
