Para don Miguel Martínez el confinamiento por la pandemia del nuevo coronavirus se convirtió en la oportunidad para sumergirse en el mundo que le encanta y para el que tiene ‘madera’.
En los últimos meses, el destino lo obligó a encerrarse durante horas y días en el taller que tiene en su casa, en el barrio Pijao de Ibagué, para crear todo tipo de piezas en madera, triple y mimbre, entre otros materiales.
Antes del aislamiento obligatorio, don Miguel, de 63 años, se dedicaba a hacer arreglos locativos, pero como los clientes comenzaron a escasear, le tocó recurrir a su hobby (afición) y convertirlo en un oficio con la esperanza de tener platica en el bolsillo.
En su espacio donde ejerce como el arquitecto que siempre soñó, tiene artesanías, carros, aviones y sus últimas creaciones han sido portaretratos y artesanías personalizadas.
La primera volqueta
En diálogo con Q’HUBO, don Miguel recordó que su pasión nació hace unos 30 años, cuando ejercía como vigilante de una empresa de construcción en Bogotá.
Durante meses le tocó cuidar de noche el área donde guardaban unas máquinas cortadoras de madera y como no podía dormir y se aburría ‘mirando para el techo’, empezó a fabricar una volqueta para cargar arena, que también todos los días veía en su lugar de trabajo.
“Quedó tan bien hecha, medía unos 30 centímetros por 15, que el conductor de la misma volqueta me la compró”, contó.
Sin embargo, aunque todas las personas que pasan al frente de su taller tienen que ver con las artesanías y sus creaciones, las ventas no han sido las esperadas y como no maneja muy bien las redes sociales, solo vende en el mostrador.
“Una vez participe en una feria y todo lo vendimos, pero con la pandemia quién sabe hasta cuándo volveré a ir a una. A mi nieto le pusieron a crear un proyecto en el colegio y yo le dije que impulsáramos la mía”, añadió.
Dato
Las personas que deseen contactar a don Miguel Martínez y adquirir uno de sus productos, pueden hacerlo marcando al número celular 314 217 07 95. También fabrica artículos personalizados.
