Un estudio publicado por la revista International Journal of Infection Diseases asegura que en Colombia puede haber un subregistro de 82% en el número de casos. Según el análisis, al 25 de julio el país debía haber detectado 1.328.175 casos, diferente a los 240.795 casos registrados a esa fecha.
El estudio, que se titula “¿Es Colombia un ejemplo de contención exitosa de la pandemia COVID-19 2020?”, presenta un análisis de las cifras entre marzo y julio y de las medidas tomadas durante la emergencia sanitaria.
Este permite concluir que Colombia “tiene una menor incidencia de casos y de mortalidad en comparación con otros países de América del Sur”, lo que puede deberse a las medidas de contención adelantadas por el gobierno.
Por ejemplo, los autores resaltan que, al momento del análisis, Colombia tenía una cifra de casos y de muertes muy inferior a la estimada, pues según algunas de las modelaciones del Instituto Nacional de Salud, en caso de no haber tomado medidas, Colombia pudo tener 21.237.000 casos y 212.000 muertes en los primeros 100 días de la llegada del virus.
Esta reducción frente al panorama planteado inicialmente puede deberse al rápido cierre y cese de actividades implantado por el gobierno el 18 de marzo de 2020.
“No hay evidencia experimental sobre la efectividad de las medidas de distanciamiento social, pero los enfoques de modelado muestran consistentemente que son seguidos por una fuerte disminución de casos y muertes”, afirman los autores.
Pero además de las medidas de bloqueo y aislamiento, la baja incidencia y mortalidad en el territorio se debe al clima y al perfil demográfico.
El análisis señala que Colombia mantuvo hasta junio una estación seca inusual, por lo que no han ocurrido los picos de transmisión de virus respiratorios. Así mismo, la población en el país es relativamente joven, atenuando el impacto en la mortalidad.
Sin embargo, las cifras bajas en comparación con otros lugares pueden ser por deficiencias en la notificación y vigilancia.
Por ejemplo, aunque a esa fecha el país había tomado 1.370.271 pruebas, “existe una gran variabilidad en el número de muestras tomadas por departamento”. Por lo que “algunos indicadores de vigilancia sugieren que Colombia puede haber pasado por alto una cantidad sustancial de casos”, menciona el estudio.
Según los autores, la capacidad diagnóstica difiere ampliamente entre el territorio nacional. “Si otros departamentos hubieran alcanzado la proporción de muestreo de Amazonas, el número de casos se habría multiplicado por ocho”, afirma el documento.
Incluso, el 60% de los laboratorios de procesamiento de pruebas están concentrados en las 3 ciudades principales del país, mientras que en algunos departamentos no hay instalaciones para seguir las pruebas PCR.
El estudio sugiere además que aunque el primer caso se reportó en marzo, la transmisión del virus pudo empezar en febrero, o incluso, a finales de enero.
Por último, el artículo explica que la mortalidad ha variado de región a región, lo que depende del número de camas de cuidado intensivo, la calidad de la atención y la cantidad de personal sanitario para enfrentar la pandemia.
Los autores concluyen que la baja incidencia de la pandemia en el territorio es sorpresiva, pues es uno de los países más desiguales en una región ya desigual como lo es América Latina. Además, Colombia tiene muchas carencias en atención de salud de calidad y problemas financieros en el sector salud.