Los fuertes aguaceros que han caído en los últimos días sobre el Cañón del Combeima, zona rural de Ibagué, generaron deslizamientos de tierra, caída de árboles y material rocoso sobre la quebrada Ramos y Astilleros, poniendo en riesgo a las familias de la zona, vecinos de Chapetón.
Ante el llamado oportuno de la ciudadanía, la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo designó una comisión para evaluar las afectaciones presentadas y con apoyo de los bomberos, del Ejército Nacional y personal de la Cruz Roja, limpiaron el afluente y evitaron una avalancha, pues el agua estaba represada. “El riesgo de los pobladores era inminente. Evitamos una tragedia”, dijo César Gutiérrez, jefe de la Secretaría de Gestión del Riesgo.