Habitantes del barrio Oviedo, que solicitaron la reserva de su identidad, le informaron a Q’HUBO que en la transversal Octava reside un hombre de la tercera edad, quien al parecer distribuye carne de cerdo, según ellos, sin cumplir con las mínimas normas de salubridad que establece la ley.
Aseguraron que en la zona se producen malos olores, presuntamente, porque el cárnico no tiene un proceso de refrigeración adecuado. Asimismo, que en la vivienda se efectúa el procedimiento de desposte de los animales, y el agua que utilizan para lavar los cerdos cae al alcantarillado del barrio, lo cual genera molestia entre los habitantes de este populoso sector de la ciudad.
“Lo hago para sobrevivir”
Q’HUBO se comunicó con Gilberto Delgadillo, a cargo del negocio, quien no aseguró si cumplía o no con las normas de salubridad. No obstante, afirmó que: “Yo vendo la carne por mayor a los lechoneros y tamaleros, ellos me hacen los pedidos, y traigo el producto de la plaza y lo vendo, ese es mi sustento para llevar comida a mi hogar. Así me gano la vida”.
El adulto mayor le relató a Q’HUBO que antes tuvo una carnicería en la plaza de El Salado, pero debido a una difícil situación económica que afrontó, se vio obligado a vender su negocio y buscar otras alternativas para tener un sustento diario.
Don Gilberto aseguró que la distribución de la carne la hace directamente con sus clientes cada 15 días.
Dato
El hombre al parecer ya habría sido multado en 2019 por no cumplir con las normas de salubridad.
