El ‘Compartidario’ de Santa Bárbara lleva más de la mitad de su vida en el sector

El compartidario sigue trabajando con su tienda a puerta cerrada. Fotos: Hélmer Parra/El Nuevo Día/Q’hubo.

Heriberto Moya, mejor conocido en el barrio Santa Bárbara como ‘Compartidario’, es el dueño de la tienda ‘El Pobre Compartidario’. Se trata de un comerciante muy recordado en este sector de la ciudad porque lleva 45 años en la zona.

A sus 85 años, este hombre con bigote y gafas, pasa sus días en el local de la esquina de la carrera 12 con carrera Cuarta y es un personaje muy querido.

Al ‘Compartidario’ le apasionan los tangos y tiene una colección de esta música en acetatos de vinilo. Habitualmente los escucha en su radiola, un reproductor de mesa que es una verdadera reliquia, que lo acompaña desde hace 60 años y que aún funciona. Cuando el viejo aparato falla, don Heriberto reproduce su música favorita en un reproductor con una memoria USB y la acompaña con unos tragos de aguardiente Tapa Roja.

Moya, natural de Santa Isabel, recuerda que aún le sobreviven dos hermanos mayores, uno de ellos de 90 años de edad, uno en Mariquita y otro en Ibagué. En su tienda vende de todo un poco, mecato para los niños, vino, cerveza, aguardiente y hasta esmaltes para las uñas que le compran las damas del barrio.

Por la pandemia del Covid – 19, don Heriberto, quien aún está ‘entero’, como dice el dicho popular, y sobre todo lúcido, cerró la tienda y atiende desde la ventana. Puso tejas de zinc en las ventanas, pero por el surtido no se preocupa. El carro repartidor de cerveza llega a la tienda y hay un muchacho que le lleva los dulces.

Él le agregó la palabra “Pobre” al negocio y así bautizó la tienda. Primero tuvo el local al frente del inmueble donde hoy funciona.

Don Heriberto llegó a ‘La Musical’ en medio del ‘rebusque’, después de salir de su casa en la vereda La Estrella, de Santa Isabel. Tiene dos hijos, uno de ellos director del programa de ingeniería mecánica de la Universidad de Ibagué, de donde se graduó.

Amante de la política

«Hace 60 años fui vicepresidente de un directorio político y utilizaba la palabra compartidario y se me quedó ahí», contó el longevo comerciante, que militó en el partido Liberal.

En este partido fue ‘Santofimista’, le hizo campaña al General Gustavo Ascencio, pero no ocupó ningún cargo, aunque sí fue militante activo de la tolda roja.

Ateo orgulloso

El ‘Compartidario’ no cree en Dios, se declara ateo y pide que en su funeral no le hagan misa, no hayan rezos, ni coronas de flores. Le gustaría que no lo lloren, ni lo lleven a la iglesia. En cambio, sí espera que escuchen los tangos que tanto le apasionan, los cuales tiene grabados para ese día.

«No creo en Dios, no creo en religión. Para mí Dios es un personaje imaginario, lo creó el hombre por cuestión de religión, como en las novelas donde hay personajes y hay uno que es la gran figura», dijo don Heriberto.

Y agregó: «pienso que Dios no existe porque el bien se ve muy poco, en cambio el mal se ve todos los días. Y si Dios es justo y es bueno, ¿por qué estamos así?, y ahora con este regalito del señor (hablando de la pandemia)”. A pesar de su filosofía de vida recordó que hizo la primera comunión y se casó por lo católico, pues su esposa se lo exigió.

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