Le querían tumbar $290 mil a un domiciliario

En el paquete no había ninguna silla infantil. Por fortuna, el domiciliario no cayó en la trampa.

Personas inescrupulosas continúan intentando estafar a los ibaguereños que han encontrado en los domicilios una manera de ganarse la vida.

El martes sobre el mediodía, una mujer que supuestamente vendía juguetes para niños y dijo que residía en Terrazas de Boquerón, al Sur de la ciudad, llamó a la empresa Full Entrega para solicitar un servicio.

En diálogo con Q’HUBO, la operadora Verónica López contó que cuando el domiciliario llegó al lugar, la supuesta clienta estaba una cuadra antes de la entrada del Conjunto Residencial ubicado en Boquerón.

Lo abordó y le dijo que había salido a la tienda y que el servicio era llevar una silla mecedora para bebé al barrio Jordán. No obstante, le dijo que le diera los 290 mil pesos que costaba el artículo y cuando entregara el domicilio le pagarían el dinero.

Casi cae

“En ese momento el muchacho nos llama y nosotros le informamos que la persona no es cliente nuestra. Era la primera vez que llamaba”, dijo la empleada.

Y continuó: “Ella trató de persuadirlo. Le dijo que agarrara el paquete y efectivamente estaba pesado y bien empacado. Al final (la mujer) le dijo que bueno, que fuera al Jordán y lo entregara y después le llevara el dinero. La mujer se fue y el domiciliario arrancó, pero el cuento le quedó sonando”. Así que el ‘motero’ pensó que podría ahorrar tiempo si aceptaba la propuesta de la mujer y se devolvió para darle los 290 mil pesos. “Sin embargo, corrió con tan buena suerte que ella no contestó el teléfono”, aseguró Verónica.

Después, cuando llegó a la dirección en el Jordán, allá le dijeron que no conocían a la mujer del servicio, ni mucho menos estaban interesados en la silla.

Durante todo el día, los empleados de Full Entrega llamaron a la mujer para devolverle el paquete y nunca contestó. A las 7 de la noche, cuando iban a cerrar la oficina, destaparon la caja y encontraron bandejas desechables llenas de pedazos de madera.

Se apoyan

Verónica López agregó que debido a las estafas de la cuales han sido víctima los domiciliarios durante la pandemia, se han abstenido de prestar dinero para compras y prefieren cobrar doble domicilio. Cuando un compañero cae en la trampa, entre todos recolectan dinero y lo apoyan. 

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