Un extraño caso de muerte relacionado con una desaparición sucedió el jueves en la noche en Cajamarca. Las autoridades investigan qué relación tiene el conductor de una tractomula que habría acabado con su vida y la desaparición de otro en Zipaquirá, al que le habían hurtado su camión.
Hecho fatal
En el kilómetro 50 de la vía Calarcá – Ibagué, estaban en el área de prevención y control unidades de la Policía de Tránsito que le hicieron el pare al tractocamión de placa SKN 616 de color amarillo. El profesional del volante atendió al llamado y se detuvo a un lado de la carretera, como un procedimiento de rutina.
Sin embargo, cuando los uniformados lo requerían el hombre sin mediar palabra sacó un arma de fuego y se habría disparado en la cabeza.
El fallecido fue identificado como Luis Miguel Leguizamón, que murió dentro de la cabina pese a que personal médico del Hospital Santa Lucía de la ‘Despensa Agrícola’ llegó para brindarle los primeros auxilios.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, Leguizamón, de 37 años, se disparó con una pistola calibre 22.
Extraña desaparición
Pero el hecho de sangre se tornó un misterio luego de que en la inspección técnica del cadáver los criminalistas hallaron los documentos de identidad de un conductor que fue reportado como desaparecido hace varios días.
Leguizamón tenía en su poder los documentos de Juan Manuel Espinosa Susunaga, quien perdió contacto con sus seres queridos y amigos en Zipaquirá el pasado martes. Además portaba la revisión tecnicomecánica del vehículo de carga pesada de registro SMB 055, conducido por Espinosa Susunaga y que había sido robado y, de manera posterior, fue hallado en estado de abandono.
Al cierre de esta edición, aún los parientes de Espinosa Susunaga no habían encontrado al conductor.