Andrés Trujillo Cardoso, un joven médico residente en Espinal, denunció hace poco a través de Facebook que en el conjunto en el cual convive con su familia (Balkanes del Vergel II) le solicitaron marcharse, debido a que el galeno viene laborando en el Centro Penitenciario de la localidad, el cual ha registrado un importante número de contagios por Covid-19.
El profesional de la salud inició su comunicado contando que “cuando empecé a estudiar medicina lo hice con la convicción de salvar vidas, aliviar el dolor, atenuar el sufrimiento y acompañar al ser humano hasta su última etapa de vida”.
Luego relata que “empecé a trabajar con la ilusión de ser un gran profesional, garantizar y salvaguardar la salud de mis pacientes y en algunos casos acompañarlos hasta su último minuto. Si bien hoy la situación mundial, nacional y local cada vez se pone más incierta, no he bajado los brazos, he luchado de frente al enemigo invisible que para algunos es un invento, y que para otros genera gran terror”.
El joven cuenta que está actualmente en “un lugar en el que la población puede ser difícil, teniendo en cuenta que incurrieron en diversos errores o decisiones que generaron que perdieran su libertad, sumado además a las condiciones con las que uno trabaja, con elementos que cuidamos y custodiamos para evitar el contagio, pues cabe resaltar que ponerse un overol con una temperatura promedio del Espinal de 36 grados hace que sea todo más difícil, la incomodidad dada por el sudor, por las lesiones que pueden generar los elementos de protección personal tales como caretas, tapabocas N95 y convencional, gorro, bata, polainas y zapatos los cuales uso exclusivamente para la atención de los pacientes, guantes que al retirarlos se evidencia la sensación de estar en una tina climatizada con agua caliente, después de pasar por una aspersión para evitar transmitir o contagiarse por contacto”.
Luego, Trujillo Cardoso sostuvo que “no negaré que cuando tengo el enemigo de frente también me da miedo, soy humano, no una máquina para no tener sentimientos, pero me protejo con la promesa de evitar contagiarme y ser parte de la triste cifra de médicos y personal de la salud que lucha día a día pero que algunos fallecen al intentarlo y no solo eso, el miedo de contagiar a sus seres queridos y personas más cercanas, por lo que además me cambio de ropa y opto medidas que disminuyan y mitiguen el posible contagio que esto genera”.
La denuncia
Andrés aseguró luego de contar lo que vive cada día por su trabajo, que el “miércoles 8 de julio me llega una carta del conjunto donde resido con mi familia, donde me sugieren que debo cambiarme de residencia debido a que pongo en riesgo a mi familia y a las personas del conjunto teniendo en cuenta que hay personas en situación de «vulnerabilidad».
Lo más curioso del caso es que hace menos de tres meses me felicitaban y me daban ánimos elogiándome como héroe y ahora mismo «sugieren» que por el bien colectivo abandone mi residencia que, con esfuerzo de mi familia, porque nada me lo han regalado, me vaya sin más”.
Por este motivo dijo que “alzo mi voz junto con la de mis compañeros maltratados, denigrados y discriminados por tener que enfrentar día a día el Sars-Cov-2. Pienso que es más fácil que se puedan contagiar (sus vecinos) por alguna otra situación externa que por alguien que toma las medidas necesarias para poder enfrentarse a este enemigo. La verdad es desilusionante este tipo de rechazos que se hacen y se efectúan con ignorancia, ya que la ignorancia es atrevida. No más rechazo. No más discriminación. Por favor difundir para cortar estás situaciones de odio y de rechazo que generan a diario para nosotros el personal de salud”, puntualizó el hombre.
