El bolsillo de profesionales del volante de Expreso Ibagué no da más. Completan más de dos meses con los contratos de trabajo suspendidos, mientras los gastos y facturas se acumulan en sus hogares.
Ante la falta de soluciones, este viernes volvieron a protestar de manera pacífica. Mientras la semana anterior se reunieron frente a las instalaciones de la Empresa, en el barrio Casa Club, ayer decidieron marchar desde el Topacio hasta el Palacio municipal.
En diálogo con Q’HUBO, José Ómar Gómez Rodríguez, presidente regional del sindicato Unión Nacional de Trabajadores del Transporte, UNTT, aseguró que como las mesas de diálogo con el gerente de la Cooperativa no han dado resultados positivos, decidieron volver a salir a las calles para que la opinión pública conozca la difícil situación por la que atraviesan más de 100 trabajadores.
Incrédulos
“La semana pasada el Gerente aseguró que en tres días, es decir a más tardar el pasado viernes, empezarían a reactivar los contratos, pero no ha sido así y los ahorros que teníamos ya se acabaron. Tenemos hijos menores de edad y sinceramente ya no tenemos qué darles de comer”, expresó el líder.
Y continúo: “El lunes tuvimos otra reunión y un empresario que tiene más de 18 busetas aseguró que él también estaba en quiebra porque los vehículos estaban trabajando a pérdida.
Qué tristeza, no creemos ese argumento. Aunque no están ganando los 500 mil pesos diarios de antes, por cada vehículo, tampoco están en pérdida porque las personas ya están saliendo y la mayoría utilizan el transporte público colectivo”.
Entre la lluvia y la neblina, los conductores llegaron a la Alcaldía con la intención de reunirse con el alcalde Andrés Fabián Hurtado. Quieren trabajar para seguir velando por el bienestar de sus familias.
