El trabajo que trajo el virus

Jorge Cuéllar – Q’HUBO

Michael Stiven Rodríguez Díaz es un joven de 26 años que por cuenta de la pandemia del Covid-19 dejó de estudiar enfermería y ahora se dedica a trabajar desinfectando vehículos en el semáforo de la calle 29 con carrera Quinta. 

“De la propina que nos den las personas de los carros de voluntad, depende el sueldo de nosotros y con eso compramos el producto que se llama amonio cuaternario quinta generación”, le contó a Q’HUBO el joven. 

Y añadió que como el virus está rondando por el aire, su labor con la bomba es dispersar el desinfectante sobre los carros y motocicletas, para evitar así que se propague. 

Lleva un mes 

Michael Stiven es natural de Venadillo. Quedó en tercer semestre de enfermería en el Intecs y contó que trabaja para la manutención de su esposa, su bebé y la de él.

Como miles de trabajadores informales de ‘La Musical’, antes se ganaba la vida laborando de mototaxista, pero según él, es un trabajo muy riesgoso porque tenía muchos inconvenientes con los conductores de busetas y taxistas.

Trabajó así durante tres meses y abandonó esa actividad. Luego, permaneció un mes sin trabajar, tiempo en el cual recibía el apoyo económico de su progenitora. 

En la actualidad lleva un mes en los semáforos desinfectando automotores. Indicó que con las propinas, en promedio, en un día bueno, puede recibir hasta 40 mil pesos, que son para pagar arriendo, comida y otros gastos con su bebé. 

La empresa de fumigación

Agregó Michael Stiven, que trabaja con la empresa Fumigaciones París. “Tenemos la certificación de la Alcaldía y la Gobernación, sacamos el permiso para poder desinfectar los carros en los semáforos, también en la entrada de Ibagué y en Boquerón. Y desinfectamos apartamentos en la ciudad con las nebulizadoras”. 

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