La ‘nueva normalidad’ generada en España por el coronavirus trae también una ‘nueva Liga’: once últimas jornadas de campeonato que se jugarán a puerta cerrada y con estrictas medidas sanitarias para velar por la salud de los jugadores.
«Yo siempre creí que volveríamos a jugar», dijo el domingo el presidente de la Liga, Javier Tebas, en el programa El Partidazo de la plataforma Movistar+, animando a mantener la prudencia.
«Llamo al entorno, a los jugadores, a los clubes a seguir manteniendo la tensión que hemos mantenido estas semanas tanto en los entrenamientos como cuando vayamos a los partidos», afirmó.
El derbi Sevilla-Betis marcará el jueves el reinicio de la Liga española, aunque el miércoles se jugará la segunda parte del partido de 2ª división Rayo Vallecano-Albacete, suspendido el 15 de diciembre por insultos al jugador ucraniano Roman Zozulia.
La prudencia seguida desde el 8 de mayo pasado con la vuelta, bajo estrictas medidas sanitarias, a unos entrenamientos progresivos hasta llegar a las prácticas colectivas se mantendrá de cara a los encuentros ligueros.
‘Todo milimetrado’
«Todos los partidos, todos los viajes, los hemos tenido que organizar desde la Liga, incluso porque había lugares que no había ni hoteles (…) Hay más de 200 chárteres, todos los vuelos, todo encargado. Todo tiene que estar milimetrado», aseguró Tebas.
El protocolo puesto a punto por la Liga, recogido por medios españoles, estipula un sistema de vuelos y hoteles exclusivos, prevé el desplazamiento al estadio en dos autobuses por equipo o que los jugadores locales acudan en sus vehículos, así como pruebas de coronavirus a los jugadores convocados para jugar los encuentros.
Los jugadores entrarán con mascarillas y guantes a los estadios, donde se desinfectarán zonas como los vestuarios, y se limitará el acceso al personal estrictamente necesario para la celebración del encuentro.
«No podemos fallar en la seguridad sanitaria de los viajes de ninguno porque nos estamos jugando muchísimo hasta final de temporada», advertía Tebas.
Los jugadores tendrán, además, que acostumbrarse a jugar en el silencio de estadios fantasmas, ya que, al menos por ahora, los encuentros se jugarán sin público.
«El acuerdo es que se celebren de momento (los partidos) a puerta cerrada», afirmaba el ministro de Sanidad, Salvador Illa, el viernes, después de que equipos como Las Palmas o Celta sugirieran la posibilidad de dejar entrar un limitado número de espectadores en sus estadios.
Una parte de España, donde se ubican esos clubes, se encuentra en estos momentos en fase 3, la más relajada del plan de desconfinamiento aplicado por el gobierno español, pero regiones como Madrid o Cataluña siguen más rezagadas con medidas más restrictivas sobre aforos en locales y eventos.
«Es de justicia que no pueda haber aficionados en algunos estadios solo», decía el domingo el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, para justificar esa prohibición, aunque Tebas no cerró la puerta a esta posibilidad: «En el momento que se pueda, tiene que haber aficionados».
Parón y calor
Tras un parón de tres meses desde que el 12 de marzo se suspendiera el campeonato español, la preocupación no es sólo el coronavirus sino también las eventuales lesiones de los futbolistas por su prolongada inactividad.
«Quizá, al igual que todos los equipos, hubiéramos necesitado una semana más para estar en condiciones definitivas», afirmaba el domingo a la plataforma Movistar+, el técnico del Barcelona, Quique Setién, tras apenas una semana de entrenamientos colectivos.
En una época habitualmente dedicada a vacaciones y pretemporada, los jugadores tendrán que hacer frente compitiendo al calor de junio y julio en España.
La Liga prevé adaptar horarios según el lugar de España, de manera que se eviten horas centrales del día en el sur, a lo que se añaden dos pausas para la hidratación y la posibilidad de hacer cinco cambios.
«Hay que prepararse para una situación nueva, histórica, algo que nos va a obligar a todos a hacer un esfuerzo importante de adaptación», afirmaba el domingo el técnico del Sevilla, Julen Lopetegui, a Movistar+.
Ahora está por ver quién se adapta mejor… La respuesta a partir del jueves.
