El ex parapolítico reapareció luego de varios meses de estar prófugo por el mismo caso por el que fueron condenados los exalcaldes Daniel García y Héctor Padilla.
En absoluto sigilo, el exrepresentante Gonzalo García, jefe la facción conservadora del ‘gomezgallismo’, reapareció luego de varios meses de estar prófugo de las autoridades, las cuales habían expedido una orden de captura en su contra por el sonado caso de corrupción al sufragante de Valle de San Juan.
Hace apenas una semana, un juez condenó a los exalcaldes Daniel García (su hijo) y Héctor Orlando Padilla por el mismo caso, en el que los tres ejecutaron maniobras para destinar recursos públicos de la Alcaldía para regalar materiales de construcción, tanques de agua y dinero en efectivo a cambio de obtener sus votos a favor del grupo político.
En audiencia, la Fiscalía le imputó los delitos de concierto para delinquir y corrupción al sufragante agravado, cargos que el ex parapolítico no aceptó. Aunque el delegado del ente acusador solicitó medida de aseguramiento intramural, el Juez Promiscuo de Valle de San Juan le otorgó detención domiciliaria argumentando riesgo de contagio en un centro carcelario.
Según trascendió, la decisión del despacho judicial fue apelada por la Fiscalía teniendo en cuenta la gravedad de los delitos que se le endilgan y ahora le corresponderá a un juez penal del Circuito de Ibagué ratificar o revocar el beneficio a García, quien, como se sabe, es el heredero político del difunto exsenador Luis Humberto Gómez Gallo.
Bajo su mando, el polémico excongresista ha mantenido por años el dominio político en Valle de San Juan y tiene como figura más visible de su equipo al representante José Élver Hernández, quien también está mencionado en este proceso como uno de los supuestos financiadores de los recursos con los que se habrían comprado votos.
Esta no es la primera vez García Angarita rinde cuentas a las autoridades. En diciembre de 2009, la Corte Suprema de Justicia dictó sentencia condenatoria en su contra tras ser investigado por concierto para delinquir agravado al sostener vínculos con el Bloque Tolima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
El exparlamentario conservador, tras 38 meses de detención, recobró la libertad en mayo de 2011, por haber cumplido las tres quintas partes de la pena impuesta y le valieron cerca de 17 meses de trabajos, además por su buen comportamiento.
