IBAGUÉ. Jhonatan Miguel Cardoso Huepa, es el ibaguereño que fue asesinado en Sao Pablo, Brasil, al parecer víctima de un atraco.
Su familia, que reside en el barrio El Carmen de Ibagué, que hoy llora su prematura partida, busca recursos para traer su cuerpo a Ibagué para darle el último adiós, pues el proceso de repatriación es largo y costoso.
El homicidio
Jhonatan Miguel había salido en una motocicleta malherido rumbo a un hospital, la madrugada del lunes.
El joven llegó sin signos vitales hacia las 3:15 de la madrugada de ese día, al Hospital La Santa, de Sao Pablo con una herida en el pecho, al parecer producto de un atraco.
“Él intentó llegar al hospital, pero en el camino no aguantó y falleció. Cuando la Policía llegó a prestarle los primeros auxilios, se percató de que tenía una perforación en el tórax y llegó sin signos vitales al hospital”, señaló su única hermana, Laura Nicol Cardoso.
Según la familiar, el joven vivía solo en Brasil desde que se fue a buscar mejores oportunidades para él, su familia y su hijo de ocho años de edad.
El joven había viajado los últimos días de julio de este año a trabajar a Sao Pablo. Sin embargo, hace unos días, le habría informado a sus familiares su intención de regresar.
Colaboración
Para realizar el proceso de repatriación sus familiares buscan dinero, pues el costo de traer los restos mortales de Jhonatan Miguel cuesta entre 10 y 15 millones de pesos.
Además, al ser una muerte violenta, el gobierno de Brasil ni el de Colombia dan la autorización para realizar una cremación y traer sus cenizas. Obligatoriamente debe ser una inhumación.
Y quieren brindarle la tranquilidad a sus familiares de haber traído el cuerpo del joven y darle el último adiós en su país.
“La cancillería ha estado muy pendiente en el tema de los trámites, pero no está en la obligación de dar dinero”, refirió la hermana.