IBAGUÉ. En el Club Los Ocobos de El Salado, los fines de semana se dan cita las viejas glorias del fútbol tolimense como Eladio Vásquez, Víctor Hugo Del Río entre otros, que disputan el Campeonato de Veteranos 50 a 60 y 65 a 70 años.
Entre ese grupo de jugadores de antaño está Adolfo Jesús Uribe, un delantero de ‘raza Pijao’ que durante años se ha mantenido como uno de los grandes goleadores y más temidos por las defensas contrarias en cada juego.
El legado
A sus 68 años, por la sangre de ‘El Bendito’, como le dicen sus amigos de cancha, aún corre fútbol. Su papá, David de Jesús Uribe, jugó en las divisiones menores de Millonarios y la Selección de Girardot, por lo que sus raíces lo llevaron a continuar con ese sueño futbolístico, que encontró camino cada vez que acompañaba a su papá a los entrenamientos.
“Todavía tengo esa posibilidad de seguir jugando y no renunciaría a ella porque me llena de vida”, reconoció el deportista, quien no falta en los ‘cotejos’.
El cuidado
Para mantenerse en forma y seguir inflando las redes contrarias con su goles, el artillero del ‘combo’ de Camisas y Pantalones Monarca, entrena tres veces a la semana.
“Salgo de mi casa a las 5:30 a.m. para practicar en el 14 de Octubre del Jordán. Allí troto, manejo el balón y practico con jóvenes que llegan a la cancha”, explicó.
Y es que su talento viene de años atrás, toda vez que entre 1984 y 1986 entrenó en las reservas del Deportes Tolima cuando estuvo el ‘Tucho’ Ortiz y ‘Chiqui’ García, pero por situaciones económicas y por trabajo, no pudo continuar.
“Estudiaba en el día y trabajaba de noche como vigilante y era muy poco el tiempo para ir a entrenar”, reconoció el goleador.
La tristeza
En los torneos participan deportistas que integran la Asociación de Futbolistas del Tolima,
Asofantol, quienes desarrollan dos torneos en el año y de ahí se conforma la Selección del Tolima que compite a nivel nacional. En uno de esos partidos, hace 18 años, al ‘bendito’ le partieron la pierna derecha y duró un año fuera de las canchas. Además, le han fracturado el tabique y la clavícula. No obstante, nada ha sido impedimento para animar a la hinchada son sus golazos.
Agüeros y anécdotas
Antes de entrar a la cancha, ‘El Bendito’ siempre ora y calienta por 20 minutos con otro uniforme. La camiseta del equipo con el que va a jugar se la pone hasta que le entregan el carné.
En cuanto a las anécdotas, recordó una muy especial para él: “Un día jugábamos una final ante el equipo de Víctor Hugo del Río y Eladio Vásquez.
“Me cuidé toda la semana, pero llegué sin los guayos al Parque Deportivo, entonces un amigo me prestó unos que estaban torcidos, grandes y así salí a jugar. Lo bueno fue que ganamos con un gol de cabeza mío”.