IBAGUÉ. Dos mujeres oriundas del Caquetá fueron capturadas cuando pretendían ingresar estupefacientes escondidos en sus cavidades vaginales al Coiba de Picaleña.
El canino ‘Max’ lanzó la señal de alerta cuando las dos féminas llegaron al punto de registro, por lo que fueron requeridas por los guardianes del Inpec y con nervios las dos aceptaron que llevaban estupefacientes y los entregaron de manera voluntaria.
Las audiencias. De manera individual, el Fiscal 19 Local del Grupo de Flagrancias presentó a Edina Consuelo Vargas Romero y María Eugenia Meneses Ramírez ante el Juzgado Quinto de Control de Garantías de Ibagué.
Vargas Romero, de 34 años, entregó el elemento cilíndrico con 143.4 gramos de cocaína y 143.7 gramos de marihuana.
La mujer señaló que iba a visitar al interno Nelson de Jesús Hurtado Campo, condenado por homicidio y que está detenido en el Bloque tres, Pabellón uno, a quien señaló como su esposo, información que según la Fiscalía era falsa.
En el caso de Meneses Ramírez, llevaba dentro de un condón 181,9 gramos de marihuana y 141,1 gramos de cocaína.
La fémina de 29 años señaló que iba a visitar a Luis Guillermo Rico Díaz, también en el pabellón uno.
En las diligencias judiciales por separado, el delegado del ente acusador les imputó el delito a cada una de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado en la modalidad de transportar. Las dos mujeres, que no aceptaron cargos, alegaron en sus respectivas audiencias que eran madres cabeza de familia, pues tienen cinco y tres hijos menores de edad, respectivamente. Llamó la atención al Juez de Garantías que las dos dejaron solos a sus hijos, recorrieron cerca de 448 kilómetros y debieron viajar un día antes para ingresar a la cárcel.
Con ese y otros argumentos, como la gravedad del delito, envió a las dos al establecimiento de reclusión.
