ARMANDO CALLE. Definitivamente mis amigos, los grandes proyectos en Colombia y el mundo benefician a unos y perjudican a otros.
En esta oportunidad me reuní con un grupo de vendedores ambulantes y brilladores de vehículos pesados que se ubican por el sector de La Martinica, en La Variante de Ibagué.
Ellos, están bastante preocupados porque con la construcción de la segunda calzada de la vía Ibagué – Cajamarca, una de las autopistas de cuarta generación (4G) que se construyen en el país, en los próximos días deberán abandonar el lugar de trabajo con el que durante años llevaron el pan a casa.
Las historias. Dialogué con Jhon Jairo Ampudia, quien durante 12 años ha sostenido a su familia con el dinero que obtiene laborando en un montallantas.
“Don Armando, aquí trabajamos 13 personas y es triste que se acabe el ‘camello’. Esta va a ser una vía rápida y por eso los conductores no volverán a estacionar”, dijo.
También está don Alvaro Beltrán, quien todos los días llega a La Variante con la ilusión de que algún conductor lo contrate para tapizar las sillas de su camión.
“Don Armando, son 13 años aquí, pero nadie valora eso. Voceros de la APP Gica nos han dicho que no tenemos ningún derecho, que ya no hay nada qué hacer y eso es complicado don Armando, muy complicado porque habrá más desempleo”, añadió don Álvaro.
En cuanto tenga respuesta de la entidad encargada de la obra les contaré.