Todavía Nury espera que se haga justicia

IBAGUÉ. Nury Alexandra Prieto Quintero sigue en la batalla silenciosa por sobrevivir, luego de quedar en estado vegetal como consecuencia de la agresión sexual que sufrió a finales de diciembre, al interior de su vivienda ubicada en el barrio Hipódromo, en manos de un hombre que además la golpeó brutalmente y sigue gozando de su libertad. La familia de la mujer está aferrada a la esperanza, necesita de los buenos corazones para sobrellevar la crisis, mientras confían en que la justicia llegará y hará pagar al responsable del aberrante hecho.

Historia. Nury Alexandra Prieto arribó a ‘La Musical’ desde que tenía cinco años, luego de que su padre la dejara al cuidado de una tía y su abuela, mientras él se dedicaba a las labores del campo. “Tengo una parcela en zona rural y viajaba seguido para verla. Siempre me he sentido orgulloso de sus logros porque a pesar de las dificultades económicas, mi niña se graduó como Administradora Financiera y se destacó como mujer trabajadora. Ella era mi mano derecha y ahora yo soy su todo. Aunque los médicos sean duros con su dictamen, siento que ella sabe que su papá sigue en pie de lucha para protegerla”, comentó Humberto Prieto, progenitor de la joven. Y es que el drama familiar comenzó el pasado 29 de diciembre, cuando les informaron que Nury había sido violentada por un hombre que ingresó sin autorización al apartaestudio donde vivía, con el propósito de abusarla sexualmente. En ese momento, la víctima fue auxiliada por varios vecinos y trasladada en un taxi con múltiples golpes hasta el hospital Federico Lleras Acosta, donde le diagnosticaron muerte cerebral, debido a que la falta de oxígeno en el cerebro le dañó las neuronas.

La crisis. Para el momento de los hechos, Nury no cotizaba seguridad social porque estaba buscando empleo. En consecuencia, los gastos médicos fueron asumidos por el Sisbén, pero hay otros requerimientos indispensables para su cuidado que don Humberto no puede costear .
“Yo no tengo empleo, ni conexiones aquí para hacer más fácil la situación. A través de los diálogos con la Red de Mujeres y personas de buen corazón, es que he podido sostenerme económicamente. Sin embargo, el hospedaje es temporal y Nury necesita pañales de forma constante, crema para el cuerpo, vaselina, pañitos y otros elementos que no puedo pagar. Estamos haciendo la gestión para conseguirle una silla ruedas y agradezco a todas las personas que puedan brindarme su apoyo”, aseguró don Humberto.

La recuperación. La femenina de 32 años permanece postrada en una cama, en estado vegetal. No obstante, ella se aferra a la vida y muestra indicios de conciencia.
“Reconozco que llora a diario por un particular gesto que hace. En una oportunidad, me ausenté durante una semana para resolver unos asuntos en la parcela y cuando regresé, vi lágrimas que brotaron por su rostro al verme. Ella siente y escucha porque reacciona cuando hay ruidos muy fuertes. Confío tanto en su lucha, como en la justicia que hará responder al hombre que nos causó tanto daño”, concluyó el progenitor de la víctima.

Noticias Recientes

Suscríbete

Recibe contenido diario con nuestra suscripción mensual.

Danos tu opinión