IBAGUÉ. El 7 de agosto de 2017 es un día que seguramente tiene bien guardado en su memoria el atacante Marco Pérez. Eso sí, el recuerdo no es grato. Todo lo contrario. En la mañana, al momento de salir a entrenar en la sede deportiva de Perales, su rostro apareció junto con el de otros dos compañeros (Avimiled Rivas y Danovis Banguero) en un panfleto creado por barristas que exigían el retiro de estos jugadores de la plantilla.
“No queremos más a estos tipos en la institución y menos en la titular”. Ese texto acompañaba las imágenes de los deportistas, luego que el equipo acabó en el puesto 17 del ‘Apertura’ y por ende quedó eliminado prematuramente del torneo.
Uno de ellos se marchó al América, pero los otros dos se quedaron, y resultó ser a largo plazo una excelente decisión, toda vez que posteriormente grabaron con letras doradas sus nombres en la historia del Vinotinto y Oro.
A Banguero nadie lo olvidará en la ‘Tierra Firme’, pues marcó en el 90+3 el gol más cantado por la afición de la ‘Tribu’ desde su creación, durante el partido de vuelta de la finalísima de la Liga 2018-I ante Nacional, en Medellín. Con ese agónico tanto forzó los penales que a la postre le permitieron a los ‘Musicales’ estampar la segunda estrella en su escudo.
En ese mismo partido para la inmortalidad, disputado el 9 de junio de 2018, casi un año después de que los hinchas pidieron las cabezas del llanero y el chocoano, el delantero nacido en Quibdó, cuya relación con la afición se cayó desde 2015 por su bajo rendimiento y escándalos por fuera de las canchas, anotó la pena máxima que sentenció el título en el silenciado Atanasio Girardot.
¡Goleador! Precisamente en ese estadio, que lo vio aportar no un grano, sino una ‘tonelada’ de arena para una nueva consagración del club el cual nunca le dio la espalda, empezando por el presidente Gabriel Camargo y el técnico Alberto Gamero, pudo un año más tarde conseguir una conquista personal, ligada a la biografía del Deportes Tolima.
Las memorias del Vinotinto y Oro relatarán que el 16 de mayo de 2019, Marco Jhonnier Pérez Murillo se convirtió con 28 años de edad en el máximo goleador histórico del equipo, al llegar a la cifra de 73 anotaciones en cuatro años y 10 meses defendiendo los colores de la ‘Tierra Firme’. Logró dejar atrás al volante John Charria, cuya marca de 72 celebraciones duró 11 largos años.
Desde los 12 pasos, en una portería custodiada por José Fernando Cuadrado, al minuto 20 del partido ante Atlético Nacional por la segunda fecha del cuadrangular B de la Liga Águila 2019-I, el antes llamado ‘asesino del gol’ le repartió tapabocas una vez más a los críticos que aún le quedan.
Ese tanto fue el empate transitorio. Luego, gracias a una espectacular ‘palomita’ de Maicol Balanta, la ‘Tribu’ se pudo quedar con los tres puntos (1-2) y aumentó a tres las victorias en línea en el máximo escenario de los ‘Paisas’, quienes quedaron últimos en la llave de las actuales semis con un punto, el mismo que suma el Cali (tercero), mientras que el elenco de Gamero es líder con cuatro unidades, cifra que también posee Junior, aunque pierde la casilla por goles.
“Estoy muy contento en esta gran Institución. Son casi cinco años en los que me ha dado de comer a mí y a mi familia, así que al Deportes Tolima lo defenderé a muerte partido tras partido”, manifestó Pérez a la prensa antioqueña al término del cotejo.
Sí, aún se ‘come’ goles increíbles. En ocasiones solo concreta una de cuatro o cinco aproximaciones y también peca por momentos de individualista. Pero nadie puede negar que sus goles han sido fundamentales, sobre todo bajo la dirección de Gamero, quien siempre ha creído en sus condiciones.
De a poco, Marco dejó a un lado su protagonismo en el club por brotes de indisciplina, y constantes fallas en el terreno de juego. En eso fue clave su hogar y el estratega Samario. Y esto llevó a que en lo deportivo su control de la pelota, trabajo en equipo, entrega y efectividad cambiaron totalmente.
Tal y como lo dice en cada relato el narrador Luis Eduardo López Tavera, el Deportes Tolima tiene un “nuevo Marco Pérez”, y lo está aprovechando al máximo. Por tal motivo, ¡felices 73! goleador, y que se vengan muchos más.
Marco Pérez, el delantero que pasó de que exigieran su cabeza a convertirse en el máximo artillero de la historia del Deportes Tolima
RONAL RENGIFO
