SUÁREZ. Durante seis días amigos, familiares y compañeros de trabajo de Juan Pablo Rivas Perdomo se unieron en cadenas de oración. Todos pedían por la salud del uniformado de la Policía Nacional, quien sufrió un accidente de tránsito; sin embargo, su estado crítico lo llevó a la muerte.
Hecho. Rivas Perdomo pertenecía a la Estación Centro de la Policía Metropolitana de Ibagué, pero su familia vive en Suárez, donde de manera frecuente la visitaba. Y fue en dicho municipio donde se accidentó el pasado 25 de febrero. Ese día, sobre las 7 p.m. Rivas Perdomo, conocido como ‘Pablito’, se movilizaba en una motocicleta por el kilómetro uno, sector El Paso de Suárez, pero perdió el control de la cabrilla y colisionó contra un objeto fijo.
El impacto le ocasionó un trauma craneoencefálico severo y múltiples lesiones. Este fue trasladado al Hospital Santa Rosa de Lima, pero ante la gravedad de las heridas fue remitido sobre las 5:40 de la tarde al centro médico San Rafael de El Espinal.
El patrullero activo de la Metib fue intervenido quirúrgicamente y las plegarias por un buen resultado en la cirugía no se hicieron esperar. Hasta una misa ofrecieron en su nombre en la parroquia San Francisco de Asís, ubicada en Íquira, Huila, la tierra que lo vio nacer.
Aunque Rivas Perdomo luchó por continuar en ‘este mundo’ y los rezos por su recuperación no cesaron, este falleció el domingo en una clínica de Ibagué, donde fue remitido días después de la operación.
Los restos mortales del ‘verde oliva’ fueron llevados a Medicina Legal. Ayer los parientes de Rivas Perdomo, en compañía de compañeros del policía, realizaron los trámites pertinentes para sacar el cadáver y trasladarlo a Suárez, donde se llevarán a cabo sus exequias.
