Sentido adiós a gestor de la salud pública en el Tolima

IBAGUÉ. Las campanas de la Catedral de Ibagué sonaron a las 10:00 de la mañana de ayer, ellas anunciaron que era la misa de despedida del médico Pablo Alberto Isaza Nieto. Mientras el ataúd ingresaba al templo, sus familiares y conocidos se postraron a los lados de las bancas a la espera de la eucaristía a la que asistió el alcalde de La Musical, Guillermo Alfonso Jaramillo y el exgobernador del Tolima, Luis Carlos Delgado Peñón.
Una vez terminó la ceremonia religiosa presidida por monseñor Gustavo Vásquez Montoya, la Alcaldía de Ibagué hizo entrega del decreto póstumo a la esposa Clara Inésa Vargas de Isaza y sus hijos Juan Pablo y Ana María, en dicho documento exaltó la labor que desempeñó el galeno en el área de la Salud Pública de Colombia.
“Que el doctor Pablo Isaza Nieto, hijo adoptivo de esta Ciudad dedicó su vida a servir al prójimo aplicando sus más extensas capacidades y virtudes al beneficio de la medicina y la dedicación científica lo cual lo hizo merecedor de distintas extinciones a nivel general”, decía a partes del decreto.
Acto seguido, su amigo y confidente de infancia, Carlos Martínez recordó cada momento que vivió al lado de Isaza Nieto, sus juegos de niños, las clases en el colegio San Simón y sus estudios universitarios en Bogotá: “Teníamos 20 años y la vida por delante, pasaron tantos años, 60 hasta hoy que venimos a despedirlo. En nuestros últimos diálogos estuvieron presentes los recuerdos del tango. Cuando Pablo me dijo que ya era hora de emprender la retirada le cambié el tema….”.
Perfil. Isaza Nieto fue médico salubrista y epidemiólogo, director del Hospital de Saldaña, primer director del Hospital Federico Lleras Acosta, jefe de atención médica y servicio de salud del Tolima, director de planeación del Ministerio de Salud , director del Fondo Nacional Hospitalario, consultor de la Organización Panaméricana de Salud, OPS y Organización Mundial de la Salud, OMS. Asimismo, fue invitado como conferencista en Washington y varios paises de Latinoamérica, se desempeñó como autor de políticas de nutrición y equidad de género en Ibagué y Armenia, fue presidente del Capítulo de la Academia Nacional de Medicina del Tolima y columnista de El Nuevo Día en temas de salud, cultura y bienestar social.
Por su parte, el principal centro asistencial del Departamento también lamentó su partida y en representación del hospital, la doctora Claudia Echeverry, subgerente del Fedelleras leyó una resolución: “Se distinguió por su servicio a la equidad, demostrando siempre alto sentido ético y de compromiso por la sociedad tolimense”, señaló la entidad de salud.

Recordado. Antes de que el féretro saliera de la Casa de Dios hacia el Parque Cementerio Los Olivos, su hijo Juan Pablo recordó a su padre como un hombre amoroso, que siempre estuvo dispuesto a servirle a la comunidad desde sus habilidades. También agradeció el acompañamiento en estos momentos difíciles: “Tener un papá así es una inspiración porque es complicado encontrar a una persona que todo el tiempo esté en favor del servicio público. La sencillez y humildad son los valores más importantes que nos inculcó. Siempre había un acto de bondad a las personas que se le atravesaran en el camino”, dijo Isaza Vargas.

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