IBAGUÉ. Allan Paul Bayona, era atleta semifondista, sólo tenía 20 años de edad, pero la esperanza de sacar a su familia adelante era muy grande, por eso tocó puertas para ingresar a la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, hasta que lo logró.
Desde muy pequeño le gustó el atletismo, deporte en el que se formó en San Luis, su pueblo natal y en el que obtuvo grandes logros. “Era un muchacho espectacular, disciplinado, con sueños y amaba el atletismo, todas las tareas que se le asignaban las hacía sin complicaciones, tenía un sueño y era ser parte de la Policía Nacional. Estuvo bajo mi dirección en el Estadio Manuel Murillo Toro durante un año con los chicos de la Selección Tolima. A pesar de las dificultades para entrenar, obtuvo grandes logros, era un atleta talentoso. Terminó su colegio en San Luis y se vino para acá a continuar con sus estudios”.
Bayona ingresó al Sena y con un grupo de amigos de su tierra viajó desde la vereda Piedra Blanca y se radicó en el barrio Picaleña de Ibagué, cerca al Centro de Industria de la Construcción, donde un día el entrenador Javier Hernando Leguízamo lo vio en el gimnasio. “Le pregunté qué deporte le gustaba y él me dijo que el atletismo, por eso le manifesté que si quería entrenar conmigo, dijo que sí y ahí siguió su proceso de formación como atleta consagrado”, contó el ‘profe’.
Paul quiso hacer parte de la Institución y aprovechó el momento en que una comisión especial de la Policía Nacional entrenó en Ibagué en el ‘Coloso de la 37’. Su interés salió a ‘flor de piel’ y empezó a preguntarle a unas oficiales que estaban en el proceso qué debía hacer para pertenecer a la ‘General Santander’ y les pidió ayuda, y así se vinculó.
En el Alma máter mejoró sus marcas y este mes el campeón Nacional en los Juegos Deportivos del Sena le contó a Leguízamo que había pasado de los 2:02 minutos en 800 metros a un tiempo de 1:56 minutos. Era una promesa del deporte base.
