En Las Delicias señalan que Alcaldía se equivocó de sector en cambio de alcantarillado

ARMANDO CALLE. ¡Buenas, buenas!, esta vez me reporto desde el barrio las Delicias, II sector de Ibagué, pues mis amigos que allí viven me contaron una insólita historia.
Llevaban años gestionando el cambio de alcantarillado de la calle 69 con carrera 25, pero la Administración municipal se equivocó de dirección y cambió el alcantarillado de una calle, en el sector Uno ¿Cómo la ven?
Mi panita Arnul Rodríguez Valencia me contó la historia. “Don Armando, el alcantarillado del sector II está totalmente dañado.
“Las aguas negras salen por las casas y por las calles, es tan maluca la situación que hace unos seis meses nos tocó romper un tubo para que las aguas negras salieran y no se represaran”, agregó el hombre.

Aprobado. “Nos da pesar con la quebrada La Balsa, ya que es allí donde caen las aguas negras de unas 80 familias. Después de muchas reuniones con funcionarios de Cortolima, de la Secretaría de Desarrollo Rural y del Ibal, en septiembre de 2016 nos informaron que la obra ya estaba lista y que habían destinado un presupuesto de 79 millones 188 mil 94 pesos. Ese día brincamos de la felicidad”, añadió don Arnul, un costeño, quien es el Fiscal de la Junta de Acción Comunal.

Era en el sector II. Según contaron mis queridos lectores del sector, en ese entonces un concejal les ayudó a gestionar la obra. No obstante, a principios del 2018, vieron que unos contratistas del Ibal llegaron a la calle 69 con carrera 25, pero del sector I.
“Se nos hizo extraño y de una fuimos allá. Preguntamos y el Presidente de la Junta nos dijo que ellos nunca gestionaron el cambio de alcantarillado, que la obra los había tomado por sorpresa. Era obvio que la Secretaría o el Ibal se había equivocado de dirección”, dijo Pedro Eliceo Sáenz, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de Las Delicias, II sector.
Y añadió: “Fuimos a varias oficinas, pero nos dijeron que ya nada se podía hacer pues el contrato estaba en ejecución. Nos dio mucha tristeza, casi nos sentamos a llorar en medio de la obra. Acá seguimos así don Armando, con malos olores y chorreando aguas negras”.

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