IBAGUÉ. Jhonatan Alexander Cardona Rodríguez, de 21 años y natural de Ibagué, fue encontrado sin vida el martes en un centro de rehabilitación en el barrio San Jorge de Bogotá donde llevaba internado cerca de tres meses. Los encargados de la institución le dijeron a la familia que el muchacho tuvo una crisis el lunes en la noche, comenzó a golpearse contra las paredes y hubo necesidad de inmovilizarlo.
En la mañana cuando fueron a despertarlo, el chico estaba sin vida sobre una colchoneta en un zaguán del centro de rehabilitación, donde los encargados dijeron que había pedido estar solo.
En el acta de levantamiento de la Fiscalía 259 de Bogotá consta que la manera de muerte y el mecanismo utilizado “está por establecer”, por lo que se espera a las conclusiones que aporte la autopsia.
Los familiares no creen que se trató de un paro cardio – respiratorio como les informaron los encargados del centro de rehabilitación, y piensan que el motivo de la muerte es otro.
Aparentemente el ‘pelao’ fue golpeado en la cabeza con un elemento contundente, maniatado de pies y manos, y amordazado, ocasionándole asfixia mecánica y la muerte, según han denunciado sus padres residentes en el barrio Yuldaima de Ibagué.
“Esto no es un estallido de agresividad que él tuvo, a Jhonatan me lo asesinaron; lo llevamos para que no lo fueran a matar en la calle y no lo mataron allá”, aseguró Lilia Cardona, la madre de joven fallecido.
El episodio ocurrió un día después que una tía estuvo visitando al muchacho en el centro de rehabilitación ubicado en la calle 45 sur No 17-56 de la capital del país.
“Todo el tiempo estuvo muy vigilado, me hablaba pasito mirando al líder (encargado del centro), me llevó al baño y me contó que allá todo era negocio, me metió a escondidas unos cuadernos donde habla que con patecabras los punzaron para castigarlos, los encuellan, los ponían a ‘disputear’ entre ellos. Decía que la vida era muy cruel”, refirió la pariente del chico.
Las fotos del cuerpo – sacadas ayer en el velatorio del joven – muestran moretones y marcas de huecos en el rostro, raspados y golpes en la cabeza y huellas de mordaza en las comisuras de la boca. Además la ropa que les entregaron tenía barro y aparentemente manchas de sangre.
“El encargado dijo que llamaran a ‘Acepto mí líder’ y yo le dije que si los castigaban por decir malas palabras, porqué le ponían apodos. Creo que yo lo delaté.
Estaba triste porque le conté la muerte de otra tía, pero me dijo que nos iba a demostrar que estaba cambiando, Jhonatan no hizo eso. Se me quedó en promesa que en diciembre lo sacábamos”, concluyó la tía.
Por su parte, el encargado del centro de rehabilitación, José Díaz, manifestó a Q´HUBO no estar autorizado para dar declaraciones e informó que el director estaba incomunicado por pérdida de sus celulares.
Lo que sí confirmó ‘Paco’ es que la Secretaría de Salud de Bogotá ordenó el cierre de la institución y hasta ayer funcionaría el centro de rehabilitación.
En cifras: 300 mil pesos debía consignar mensualmente la familia al centro de rehabilitación.
