PLANADAS. Ayer sobre las 4 de la tarde, ciudadanos encontraron el cuerpo sin vida de Edward Mauricio Marín Conde, quien perdió la vida mientras se bañaba en el río Atá, de Planadas.
Historia. El lunes, Marín Conde salió de su casa en la vereda El Silencio a eso de las 6 de la tarde con un grupo de amigos hacia Bruselas, pues el plan era pescar en inmediaciones de una finca.
Y en efecto los jóvenes pescaron y ayer en la mañana, cuando regresaban a sus viviendas, él quiso bañarse en el río Atá. Ingresó al afluente, se sumergió, pero no volvió a salir.
Sus ‘parceros’ angustiados lo buscaron, sin embargo, era como si el río se hubiera ‘comido’ al muchacho, por lo que salieron a la carretera, pidieron ayuda a un hombre a quien le contaron que Mauricio se había ahogado y no aparecía. Este conocía a la familia del joven y les avisó lo que había pasado con Marín Conde.
Una tía fue hasta el sitio en busca de su sobrino, pero no lo encontró.
Unidades bomberiles de Planadas se desplazaron hasta el lugar que queda a aproximados 30 minutos del casco urbano, no obstante, pobladores hallaron los restos mortales a dos metros de donde se ahogó Marín Conde.
¿Quién era? Edward Mauricio Marín Conde era padre de una niña menor de edad, vivía con sus padres, Héctor Marín Segura y Nubia Conde, y era el menor de tres hijos.
Estudió en el Sena varios cursos relacionados con sistemas y el arreglo de computadores, y trabajaba como independiente.
Según sus seres queridos, el planaduno poco iba a pescar, pues desde pequeño sufría diabetes y por esto se cuidaba mucho.
Levantamiento. El cadáver fue llevado hasta la morgue, donde sus familiares lo reclamarán luego de la necropsia para darle el último adiós.
