IBAGUÉ. Por unas cuantas horas, la vida de Jesús Manuel García Gutiérrez, ‘Chucho’ fue muy feliz y eso se debe a que se cumplió el sueño de conocer a los jugadores del Deportes Tolima y ver un partido del equipo en el estadio Manuel Murillo Toro.
El viaje. Todo comenzó sobre las 3:00 p.m., cuando llegó la camioneta de la Alcaldía de Coello a El Llano de la Virgen, lugar donde está la finca donde vive ‘Chucho’.
Luego su hermano, San-tiago, lo tomó en sus brazos como si fuera un bebé y lo bajó por cerca de 10 minutos por un camino destapado hasta el carro que los esperaba para trasladarlos a Ibagué.
“La experiencia fue un poco maluca porque veníamos incómodos con Jesús, porque se cargó al niño en las piernas, nos acomodamos como pudimos y veníamos seis atrás en la camioneta”, mencionó la madre de ‘Chuchito’ María.
La llegada. Sobre las 5:00 p.m., la camioneta arribó a las afueras del máximo escenario de los tolimenses donde debieron esperar cerca de media hora hasta que llegara el listado a la puerta de maratón para el ingreso al escenario, que el volante Rafael Robayo ayudó para cumplir el sueño del niño.
El reloj marcó las 5:30 p.m. Un paramédico que tenía turno de trabajo para el partido entre Deportes Tolima y Jaguares, lo levantó del carro y lo acomodó en una camilla para ingresar al estadio hasta el camerino sur, donde 10 minutos después llegaron sus ídolos ‘Pijaos’.
“Jamás soñamos con entrar al estadio y ver un partido del Tolima. Esto es muy bonito”, fueron las palabras conjuntas de la familia García Gutiérrez.
El sueño. Con gran expectativa, conmocionado y emocionado ‘Chucho’ esperaba bocabajo en la camilla la llegada de los jugadores. Y así fue. El primero en ingresar al camerino fue el médico del equipo, Carlos Fernando Niño, quien amablemente lo saludó y el pequeño lo único que le dijo fue “Hola”. En seguida bajó el técnico Alberto Gamero, quien acarició la cabeza del pequeño y saludó a las demás personas que venían con él.
Luego, cada uno de los 18 convocados para el compromiso del viernes compartieron por un momento con el pequeño, quien jocosamente le decía: “Hola, hola, hola”.
“Conocer los jugadores del Deportes Tolima es una alegría grande porque hace mucho tiempo lo quería, pero nunca había podido y ahora se logró compartir con ellos”, interpretó su hermano Santiago ante las expresiones que daba Jesús.
Al final, cuerpo técnico y jugadores firmaron la camiseta del equipo y se tomaron la foto con la familia a quienes los despidieron con un fuerte abrazo, aplausos y los motivaron para que sigan adelante.
“Es imposible no conmoverse con estos actos. Sólo queda decirle al señor que lo arrope, lo acompañe, lo llene de mucha voluntad y fuerza para que siga saliendo adelante”, contó Danovis Banguero durante el encuentro.
Una vez ya fuera del camerino, la familia se ubicó en la parte baja de la gradería del sector occidental, donde apreciaron el resultado.
Al terminar el partido, se subieron al carro que los llevó nuevamente hasta la finca.
El anhelo. Q’HUBO conoció que el anhelo de María Eugenia es que la vida que lleva su segundo hijo sea conocida por la Teletón para recibir apoyo, de mejorar su calidad de vida ante la enfermedad Artrogriposis Múltiple Congénita.
Además de mejorar la camilla eléctrica que tiene ya que le faltan algunos cables para tener su buen funcionamiento, que a través de ella se moviliza el chico de 9 años de edad por su casa.
La rutina del niño comienza a las 5:00 a.m. Doña María, le prepara el desayuno, lo baña. Está pendiente de sus necesidades, lo cambia, le da el almuerzo, la comida y sobre las 7:00 p.m., se acuesta a dormir.
Cifra: 9 años de edad tiene ‘Chucho’.