É. Dos meses después del asesinato de Jorge Eduardo Rojas Montaña, el Ejército Nacional y la Sijín de la Policía Metib detuvieron al presunto agresor a escasos metros del lugar en el que ocurrió la riña que acabó con la vida del hombre.
Aquella noche. Se trató de Jaime Andrés Giraldo Bueno, quien fue detenido mediante orden judicial, expedida por el Juzgado Octavo de Garantías el 23 de julio, en la carrera Cuarta con calle 15 por el delito de homicidio agravado.
Durante la audiencia de Garantías, la Fiscalía expuso que Rojas Montaña la madrugada del 2 de junio departió de unos tragos junto a una femenina en un establecimiento de la calle 13 entre Tercera y Cuarta, pero después de unos minutos ambos acordaron salir del lugar para dirigirse a un bar en la calle 15 entre Cuarta y Quinta, donde el hoy occiso tenía una estrecha amistad con los administradores, pues al parecer era cliente frecuente.
Sin pulso. A la pareja de amigos no le salieron los planes previstos, ya que metros antes de arribar a su destino observaron al investigado, Giraldo Bueno, mientras les realizaba señas provocadoras.
La Fiscalía agregó que al parecer Rojas Montaña fue atacado por la espalda por el otro sujeto, lo que desató una confrontación con arma blanca entre ambos, en la que Rojas Montaña recibió una puñalada en la región precordial, que de a poco le mermó los latidos de su corazón. Cuando el personal del bar trató de auxiliar al hombre ya era tarde porque su corazón había dejado de latir.
‘Encanado’. Giraldo Bueno, quien al parecer tiene anotaciones por hurto, no aceptó los cargos por el delito de homicidio agravado, y fue enviado a la cárcel de Picaleña.