Madre de joven asesinada por su novio, dice que no guarda rencor

IBAGUÉ. Amparo Valderrama, madre de Paula Melissa Aguirre Valderrama, la joven que fue asesinada por su novio el pasado 14 de junio, habló en La Cariñosa y Alerta Tolima de la cadena Radial RCN con el propósito de aclarar ciertos detalles del feminicidio y de la relación que tenía su hija con Juan Camilo Carvajal Zamora.

Historia. Con una fortaleza enorme, Valderrama reveló detalles del hecho que hoy la enluta, pero que la hace más fuerte para sacar a su hijo adelante.

El noviazgo. La mujer señaló que su hija tenía una relación sana. “Se conocieron en el colegio San Simón, él pertenecía al equipo de baloncesto del Tolima y mi hija jugaba voleibol, varios estudiantes eran de la liga de baloncesto y se reunían a entrenar todas las noches en el colegio. Llevaban tres años de noviazgo, pero realmente las versiones que dicen que fue una relación tormentosa y que fue víctima de maltrato no son ciertas; fui muy cercana a la relación de ellos, confiaban mucho en mí, y nunca vi ese tipo de expresiones de maltrato o de agresión, ni en ningún momento la trataba mal, al contrario, siempre se le vio muy pendiente de ella, de lo que necesitaba y se notaba que realmente sí la quería”, refirió Valderrama.
Tras la muerte del padre de la joven a manos de criminales en Falan, Juan Camilo se convirtió en un apoyo para la familia de la muchacha. Paula Melissa vivía en Bogotá con Juan Camilo y otro compañero en un apartamento de unos parientes de su pareja sentimental. “Los tres compartían, los visitaba con frecuencia, ella era muy dinámica, vendía dulces en la universidad, nunca vi un peligro que él estuviera cerca de ella. A raíz del fallecimiento de ella me acerqué al compañero, a la familia de él, averigüé qué habían notado, si la trataba de una forma brusca o algo, y todos concuerdan en la versión de que nunca hubo un maltrato hacia ella”, señaló la mujer.

¿Dominación? Sobre el supuesto control que ejercía Juan Camilo sobre su hija, Valderrama refirió que “del control de las redes sociales que sepa no sucedió, no sé por qué la versión está por ese lado, no sé qué hayan averiguado. En cuanto a la discusión con mi sobrino, sí existió en la discoteca Seis del centro comercial La Estación, entre ellos hubo un roce y si se presentó una conciliación, pero la versión de que mi sobrino discutió con él porque había agredido a mi hija es mentira”.

Esquizofrenia. Durante el caso y la audiencia, sobre Juan Camilo indicaron que sufría de esquizofrenia. Al respecto Valderrama contó que él una vez terminó el bachillerato efectuó el curso como infante de marina y estuvo en una base de Buenaventura, sufrió episodios violentos como enfrentamientos con grupos al margen de la ley que afectaron su salud mental.
El joven estuvo hospitalizado y tuvo varios momentos en los que no se sintió bien en la Institución tras el asesinato de un compañero. Desde ese momento, fue diagnosticado con esquizofrenia: “Él me decía no puedo aceptar que me den medicamentos porque no tengo esquizofrenia, simplemente lo que viví allá fue difícil, él no quería que lo medicaran”, dijo Valderrama.

Feminicidio. La progenitora recordó momentos del feminicidio. “Ellos terminaron la relación ocho días antes, pero quedaron en buenos términos; mi hija le dijo delante mío que así ellos no tuvieran una relación él siempre iba a tener el apoyo de su familia. En esos días, el decía que se sentía decaído, el domingo fueron a una misa al Gaitán y después les comentaron que el jueves el padre hacía una misa de sanación, el manifestó que quería ir y ella quedó en acompañarlo. Ese día ella estuvo conmigo en el trabajo, al mediodía bajamos a almorzar e iba a volver conmigo, sin embargo se quedó, él llegó a eso de las 2:30 pasadas, le abrió y fue ahí donde ocurrió todo, no sé qué pasó en ese momento, es una incógnita. Él después de lo que pasó y reaccionó, no sé si fue consciente o no, él me marcó desde el teléfono de mi hija y le marcó al papá, me dijo que lo ayudara, que bajara rápido, le pregunté qué pasa, y me decía venga rápido, le pregunté si Paula estaba bien y él me respondió que no, que no estaba bien, salí corriendo de una vez, pero siempre me demoré y cuando llegué ya estaba la Policía y no había nada que hacer”.

Sin odio. Amparo dijo que siente mucho dolor, impotencia y sentimientos de un vacío grande, pero no alberga en su corazón odios ni rencores y tampoco le desea mal a él.

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