ARMANDO CALLE. La Alcaldía está construyendo un parque en el Sur de Ibagué, pero la comunidad quiere que primero construyan un muro de contención y arreglen unas troneras que dejó el Ibal. No sé si se acuerdan mis amigos, pero el año pasado visité el barrio Ricaurte parte baja de Ibagué ya que un daño en el alcantarillado afectaba la movilidad de los habitantes del sector.
En esa oportunidad los lectores me mostraron tremendo chorro de aguas negras que bajaba por un camino de atajo que comunica al Ricaurte con los barrios Avenida y Galán y por donde pasan la mayoría de los ‘chicuelos’ cuando van para el ‘cole’.
Esta semana pasé por allí y me di cuenta de que estaban adecuando un terreno cercano a donde caían las aguas negras, en un parque. Me bajé de mi carro para averiguar qué había pasado con el daño y me encontré a Alexánder Sandoval.
Primero lo primero. Mi amigo Alex me contó que hace aproximadamente dos meses un ingeniero y varios trabajadores empezaron a instalar las barandas y a plantar el jardín del nuevo parque, pero al ver el chorro de aguas negras el contratista de la Alcaldía habría detenido la obra y le habría solicitado al Ibal que arreglara el daño. “Sí, el personal del Ibal vino y efectivamente cambiaron los tubos pero a lo ‘chambón’.
Le pedimos el favor de que nos colocaran las rejillas que tenemos guardadas, para evitar que se las roben, y no quisieron”, aseguró mi ‘pana’. El muro. “También la oficina de Prevención y Atención de Desastres debe construir un muro de contención para evitar deslizamientos pero los contratistas pusieron unas guaduas. ¿Cuánto podrán durar?”, añadió Alex, quien todos los días usa las ‘escaleritas’ para llevar a su hijo a la escuela.