IBAGUÉ. Cansados de la delincuencia unos habitantes del barrio El Arado tomaron la justicia por sus propias manos y se hicieron sentir ayer en contra de supuestos ladrones y expendedores de estupefacientes.
Caso. El reloj marcaba las 7:00 de la mañana cuando un sujeto conocido con el alias de ‘Payaso’ interceptó a un ciudadano en la calle 23 A con carrera Tercera sur esquina, al parecer, con el propósito de robarle sus pertenencias.
Sin embargo, el joven no se dejó y su reacción fue atacarlo a piedra. Entonces ‘Payaso’ se enfrentó con su víctima, pero infortunadamente una de las rocas que este lanzó le cayó a un niño que pasaba por el sitio junto con su mamá y otro menor de edad.
El pequeño ‘envuelto’ en llanto resultó con una herida en su cabeza por lo que fue auxiliado.
Reacción. Una vez la comunidad conoció el hecho se reunió con el fin de tomar cartas en el asunto, pues están cansados de los constantes casos de hurto a personas, apartamentos y vehículos en la zona. Aunque en primera instancia algunos lugareños señalaron que debían armar grupos de vigilancia para prestar seguridad, minutos después decidieron hacer ley, ‘ley de barrio’, pues se dirigieron hacia los ‘cambuches’ y le prendieron fuego. Dos hombres que estaban allí adentro salieron como ‘alma que lleva al diablo’ mientras la candela y el humo se hacía más fuerte. Al sitio arribó un cuadrante de la Policía Metropolitana al conocer el hecho, pero la ciudadanía ya había tomado el control del asunto.
Problemática. Y es que los casos de hurto se han convertido en el pan de cada día en el sector.
Según testigos, esta semana los robos han incrementado: “Con llaves maestras abren los apartamentos y se llevan los televisores y otros electrodomésticos, ‘rapan’ los celulares, a una señora en la loma la ‘patarribiaron’ por quitarle la cartera”, señaló un residente.
El problema viene desde hace cuatro años cuando se instalaron unos individuos y armaron sus ‘guaridas’ con tablas, esterilla, guaduas, bolsas y polisombra en el sector que conduce al barrio Santofimio, y que se ha convertido en un corredor de la delincuencia. Supuestamente, líderes y residentes han solicitado a la Policía el desalojo de estas personas, no obstante, han hecho varios intentos sin obtener éxito.
Solicitud. El Arado solicitó a la Policía Metropolitana reforzar la seguridad en el barrio ante estos hechos que ponen en riesgo la seguridad ciudadana, pues temen por la vida de sus vecinos y posibles represalias.
