Del video a la ‘guandoca’

IBAGUÉ. “Tiene que ser fuerte Kelly porque usted sabía lo que estábamos haciendo”, le vociferó Donovan Bernal Zapata a su compañera sentimental Kelly Johanna Martínez Pinto al final de la audiencia de Garantías donde la Fiscalía les imputó cargos por el delito de hurto calificado y agravado por hechos que ocurrieron a principio de semana en el barrio Pueblo Nuevo y donde la víctima fue una menor de edad. El par fue enviado a la cárcel de Picaleña.

La diligencia. A puerta cerrada y con total hermetismo compareció la pareja ante el Juez Promiscuo Municipal de Cajamarca, toda vez que Bernal Zapata y Martínez Pinto fueron señalados de utilizar un arma blanca para intimidar y despojar de un celular Motorola X2 a una menor de edad en la carrera Octava entre calles 12 y 13 de Ibagué, después huyeron en una motocicleta.
El caso atrapó toda la atención de la comunidad ibaguereña, ya que la cámara de seguridad de un complejo de apartamentos captó el ilícito y la secuencia se volvió viral en las redes sociales.
Previo a la audiencia la progenitora de Bernal Zapata le entregó al abogado defensor el registro civil de tres menores de edad que supuestamente dependen del hombre, pues la mamá de los mismos estaría en el Coiba de Picaleña. Lo anterior con la aspiración de obtener una detención domiciliaria.
Al parecer la captura fue posible por la entrevista de una fuente humana que ubicó al personal de la Sijín en el barrio El Bosque, zona en la que residía la pareja con sus dos hijos menores de edad. Horas antes a la aprehensión presuntamente Bernal Zapata y Martínez Pinto sostuvieron una confrontación y eso guio a los uniformados hasta su paradero.

El pasado. A Bernal Zapata le figuran condenas del 28 de julio de 2010, 11 de agosto de 2011 y 6 de septiembre de 2012 por el delito de hurto calificado y agravado, y una más del 16 de septiembre de 2014 por el mismo delito y porte ilegal de armas de fuego.
Por su parte la femenina tiene una anotación por el delito de estafa.

La decisión. Entre lágrimas los investigados escucharon al togado que acogió la solicitud de la Fiscalía y les dictó una medida de aseguramiento intramural que cumplirán en el Coiba de Picaleña.
Una vez culminó la diligencia ambos ‘desfilaron’ por el pasillo del cuarto piso del Palacio de Justicia, allí el hombre aprovechó para hacer gestos obscenos a los periodistas que permanecían en el recinto y la femenina rompió en llanto.

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