IBAGUÉ. Amigos volví recargado por el amor y cariño que me expresan a diario cuando recorro las calles de mi hermosa Ibagué, y toda esa energía la quise utilizar para tonificar y definir mi musculatura en el gimnasio, pues es lo único que me falta porque ya estoy bien ‘guapetón’.
Ahora bien, como el salario mínimo apenas alcanza para ‘sobrevivir’ a los gastos básicos del hogar la situación no está para pagar la mensualidad, así que aproveché el auge de las actividades al aire libre y me di un ‘vueltazo’, pues escuché que han inaugurado varios parques ‘biosaludables’ en la Ciudad.
La jornada. Las estructuras más representativas están en el Parque del Mohán, el cual fue intervenido y entregado a la comunidad en marzo, lo que permitió el regreso de las familias al emblemático escenario que antes permanecía en el olvido e infestado de consumidores y habitantes en condición de calle.
Eso lo corroboré con Estefany Del Risco, licenciada en educación física de la Universidad del Tolima, quien me dijo que “los parques ‘biosaludables’ además de cambiar el aspecto del lugar donde son construidos, generan un espacio que permite alejar a las personas de malos hábitos como el sedentarismo y la drogadicción”, enfatizó la profesional.
En el Parque del Mohán me encontré con Leidy Mariana Galarza, que en compañía de su amorosa y atlética madre, asiste casi todos los días para hacer ejercicio y disfrutar del lugar. La carismática niña no tuvo reparos para guiarme y enseñarme el uso de las atracciones, pues el punto carecía de indicaciones.
Nos ‘subimos’ en el twister y en la sentadilla, pero tras varios minutos de ejercicio ella tuvo que regresar a su vivienda porque no todo puede ser diversión en la vida, así que continué mi recorrido y encontré a Celeste Díaz, de cinco años, quien junto a su padre me acompañó en la elíptica.
Antes de seguir con mi ‘bioaventura’ consulté con Estefany, profesional en el área, para saber si estaba haciendo bien las cosas.
“Son objetos (atracciones) netamente funcionales donde se realizan ejercicios de acuerdo con el peso corporal. Sirven para hacer ejercicios aeróbicos con el fin de mejorar la condición física. Hasta cierto punto puede ser igual de útil a un gimnasio”, agregó la licenciada en educación física de la UT.
Pertenencia. Esa premisa la tienen clara los habitantes de Hacienda Piedrapintada que mantienen su parque como una ‘tacita de plata’ y no es para menos, ya que es uno de los más completos de la capital tolimense.
Ahí llegué a la mitad de la mañana y no coincidí con nadie ejercitándose, así que tomé atenta nota para hacer movimientos en el timón y la banca abdominal mientras recordaba palabras de la licenciada Estefany.
“Las personas tienen la posibilidad de mejorar su aspecto físico de forma gratuita. Generalmente acuden personas mayores que antes solo salían a caminar”.
Me hidraté con el grifo de agua antes de partir con destino a los parques de La Floresta y Las Ferias para hacer lo propio en las máquinas como el escalador y la bicicleta, donde tampoco tuve la fortuna de compartir con mis amigos y las hermosas lectoras de Q’HUBO, quienes estaban ocupados en sus asuntos cotidianos.
Les confieso que la experiencia fue enriquecedora, pues entendí que como decía la abuela “querer es poder” y sólo basta con una buena actitud para hacer ejercicio, sacar músculo y si es posible adelgazar un par de ‘kilitos’ para prepararme para este nuevo año, porque ni loco me perdí de los manjares de la familia como buñuelos, natilla, dulce de brevas y las cenas navideñas.