Sentido adiós a ‘Pocholo’

IBAGUÉ. Con pólvora, música, licor y pitos de motos fue despedido entre lágrimas William Arley Vanegas Albarrán, asesinado con arma blanca en el barrio Bello Horizonte el pasado lunes en medio de una riña que involucró a las familias Rojas Castro y Padilla.

Historia. El ataúd con el cuerpo de ‘Pocholo’ salió de la funeraria La Verde Esperanza sobre las 9:30 de la mañana de ayer con destino a la iglesia San Pedro Apóstol, del barrio Comfenalco, donde vivió y permaneció con los suyos. Por toda la avenida Mirolindo detrás del coche fúnebre lo seguían sus amigos en motocicletas, quienes no dejaron de pitar como homenaje a ‘Pocholo’.
Las cervezas y tragos de aguardiente no faltaron para apaciguar el dolor por la partida del joven de 18 años de edad, quien cayó, al parecer, en una pelea donde ‘no tenía velas’.
Al llegar a la capilla ingresó el féretro y el sacerdote en medio de la eucaristía pidió por su eterno descanso mientras afuera sus ‘parceros’ estallaban ‘totes’ por lo que el cura solicitó que mientras terminaba la misa no lo hicieran. Minutos después los allegados tomaron el ataúd y caminaron con el al hombre por las principales calles del sector hasta el parque, pues querían despedirlo por todos los rincones donde anduvo en vida.

Tristeza. Un ‘trapo’ con los colores del Deportes Tolima alusivo a la barra K-9 de Comfenalco se postró frente al cajón que llevaba el cadáver de ‘Pocholo’, uno de sus integrantes y fiel hincha del ‘Vinotinto y Oro’. Detrás de él todos sus amigos, familiares y conocidos, quienes aún no aceptaban su muerte ni querían darle el último adiós pues se dirigieron hasta la cancha de baloncesto donde colocaron varias motos y encima de ellas el féretro.
En ese momento los sentimientos de dolor, tristeza y ausencia invadieron a los presentes, pues uno abrió la tapa, abrazó al cajón y muchas veces se preguntó ¿por qué? ¿por qué? mientras otros muchachos aceleraban los motores y le daban palmadas a la urna de madera.
Los restos mortales de William Arley Vanegas Albarrán fueron sepultados en el cementerio San Bonifacio.

Tensión. Una vez se terminaron las exequias en el barrio Bello Horizonte hubo momentos de tensión pues varios ‘pelaos’ querían tomar represalias contra la vivienda donde residía el supuesto agresor.

Homicidio. La familia del hoy occiso espera que la justicia actúe mientras la Policía custodia la vivienda del presunto homicida conocido como ‘Pollo Gigante’, quien vive en el barrio Bello Horizonte donde el 25 ocurrió una pelea que trascendió hasta el barrio Santa Rita.
Las indagaciones de las autoridades apuntan a que ‘Pocholo’ trató de defender a un joven en medio de una riña entre las familias Padilla y Castro Rojas, quienes desde hacía un año tenían confrontaciones y peleas ‘cazadas’.
Ese día dos miembros de los Padillas acompañados por ‘Pocholo’ llegaron a la casa donde estaban los Castro Rojas presuntamente a formar pelea por lo que ‘Pollo Gigante’ sacó un arma blanca y la emprendió contra los jóvenes, los hirió de gravedad y por ello fueron trasladados a la Clínica Nuestra, donde Vanegas Albarrán no resistió y su vida se esfumó.
Por su parte, Breiner Alejandro y Gustavo Adolfo Padilla, fueron atendidos por los galenos.

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