IBAGUÉ. En un hecho lamentable que aumenta los índices de personas que acaban con su vida en la región, un menor de 12 años de edad, tomó esta fatal decisión al interior de una vivienda ubicada en el barrio Tolima Grande.
Historia. En la madrugada de ayer, mientras la mayoría de ciudadanos dormían, una madre destrozada se bañaba en lágrimas mientras alzaba el cuerpo sin vida de su pequeño hijo de 12 años, a quien encontró suspendido de una soga cuando ingresó a una de las habitaciones del cuarto piso de la vivienda de la familia Orjuela Flórez. Según se conoció, el menor, estudiante del colegio Amina Melendro, entró en depresión luego de conocer que por segunda vez tendría que repetir su grado sexto, noticia que aún no conocían sus padres, pero de la que se enterarían ayer a las 3:00 de la tarde en la entrega de boletines del centro educativo. Abrumado por su situación académica y con temor por la decepción que sufrirían sus padres, que trabajan como docentes en dos instituciones de la Ciudad, Juan David Orjuela Flórez subió al cuarto piso y con una soga amarrada a su cuello le puso fin al problema que lo atormentaba causando un gran dolor a su familia y a los ibaguereños, quienes despertaron con la trágica noticia de su deceso.
Reacciones. Unidades de la Policía judicial llegaron al lugar para realizar la inspección técnica del cadáver mientras los familiares del menor recibirán apoyo psicológico.