BOGOTÁ. El dolor embarga a una familia ibaguereña con la pérdida de uno de sus integrantes en hechos que ocurrieron en Bogotá y que dejaron a cuatro personas capturadas y otra más herida.
Historia. Dos tiros acabaron con la vida del tolimense Luis Gregorio Vanegas Velásquez, quien era prestamista y comerciante en la capital de la República el sábado en la tarde en la casa que hace cerca de dos meses compró en la localidad de Engativá.
Varios disparos se escuharon en la calle 64C número 106 A-69 del barrio Las Mercedes, dos de ellos impactaron en la cabeza de Vanegas Velásquez y otros dos en el cuerpo de su hermanastro Leonardo Castaño, quien permanece en delicado estado de salud en un centro asistencial de Bogotá.
¿Qué pasó? Vanegas Velásquez estaba con un grupo de amigos en el andén de la vivienda, sacaron unos bafles y en medio de risas, ‘polas’ y música departían alegremente.
Sin embargo, cuatro sujetos acabaron con el sentimiento de felicidad.
Los individuos arribaron en un carro rojo de marca Mazda 323, armados metieron a la casa a los presentes incluyendo a Vanegas Velásquez, a quien de cariño le decían ‘Paisita’ pues vivió un tiempo en el Eje Cafetero y tras amenazas con armas de fuego les pedían a sus víctimas una plata de lo contrario atentarían contra sus vidas.
Ante la negativa de Vanegas Velásquez, los ‘pillos’ hicieron varios disparos con el fin de asustarlos y demostrarles que hablaban en serio, pero no contaron con que la comunidad dio aviso a la Policía.
Por su parte, el tolimense forcejeó con los ‘cacos’ que sin piedad le dispararon contra su humanidad.
Al parecer, la hija menor de 14 años de edad, de la víctima fatal escuchó los impactos y se asomó para saber qué sucedía, pero vio a su padre tendido en el suelo lleno de sangre y a su tío putativo, herido.
Persecución. Al sitio llegó una patrulla cuando los delincuentes escapaban, por lo que los uniformados por tres cuadras los siguieron. En medio de la persecución hubo intercambio de disparos. Los cuatro hombres fueron detenidos por los delitos de homicidio, hurto, porte ilegal de armas y lesiones personales.
Seguimiento. Al parecer, los atracadores días atrás le hicieron seguimiento al hoy occiso y sabían que tenía un dinero en la residencia producto de su trabajo como prestamista.