IBAGUÉ. Ayer, preciso había decidido tomar un descanso en una finca vía Armenia para empezar diciembre con la mente renovada, pero cuando pasé en mi van por la avenida principal del Sur de Ibagué, me fue imposible continuar. No sé si ustedes se han fijado en un chorro de agua que ‘cuelga’ del muro ubicado entre la entrada al barrio Yuldaima y la entrada al barrio Galán por toda la avenida.
Pues a mí me llamó mucho la atención, porque además olía bien maluco, y me puse a la tarea de averiguar teniendo en cuenta que esta es una vía nacional por donde cada día transitan cientos de vehículos.
Adivinen, ¿Qué encontré?, otra vez tropecé con un tubo de aguas negras roto. Ya se pueden imaginar el olorcito.
En mi aventura me encontré a Luz Mery Díaz.
Ella me contó que donde está el daño de alcantarillado es un camino de atajo muy útil para muchas familias del sector ya que ahorran tiempo en sus trayectos. “Desde abril las personas de cuatro barrios que pasamos por aquí, en la mayoría de los casos con niños que van para el colegio, debemos enfrentar el mal olor. Además el flujo de agua está dañando las escaleras”, dijo.
