IBAGUÉ. El Juez Primero Penal del Circuito resolvió ayer suspender el juicio oral por el asesinato de Erika Yeneris hasta el 19 de octubre para permitir a la defensa refutar el perfil criminal que presentó la Fiscalía y que apunta al ex coronel Joaquín Aldana como el homicida de su esposa.
El Juez Norberto Ferrer fijó hasta el 22 de octubre la continuidad del juicio y anunció que al finalizar las cuatro nuevas audiencias dará a conocer el sentido de fallo condenatorio o absolutorio.
La decisión del Juez se sabrá una vez testifiquen los dos peritos de la defensa que faltan pasar al estrado y las partes procesales presenten sus alegatos de conclusiones sobre el caso.
Desde ya el Juez advirtió que no debe haber nada de euforias, llanto o expresiones de dolor de los familiares o allegados, cualquiera que se el sentido de fallo que profiera.
El togado dejó en claro que no se está juzgando a la Institución de la Policía, ni a un coronel, sino al ciudadano Joaquín Enrique Aldana Ortiz, quien está acusado de matar y desmembrar a su cónyuge en hechos ocurridos hace un año.
El debate probatorio se había programado en forma inicial hasta el pasado viernes, pero el Juez decidió darle prelación aprovechado la suspensión de otros juicios que tramita su despacho. Sin embargo, el Juez resolvió ayer suspender la diligencia debido a que los peritos de la defensa que quedaron pendientes se encontraban declarando en otro juicio en la ciudad de Valledupar.
Incongruencias y errores en necropsia: Perito defensor
El médico Germán Alfonso Vanegas dijo que aspectos de procedimiento en el informe de necropsia oficial no eran los más convenientes y acertados, pues en el dictamen de incorporación de los segmentos humanos analizados por los peritos de Medicina Legal hay disparidad en el tiempo.
Coincidió que el trauma craneoencefálico severo fue la causa de la muerte de Erika Yeneris y en que se presentaron acciones en vida sobre su rostro y le retiraron de forma burda pulpejos estando viva.
Vanegas indicó que los cortes de la desmembración del cuerpo fueron nítidos y pulcros por lo que el homicida debía tener conocimientos de anatomía y habilidades para hacerlo en forma “elegante”, lo que lleva a personas “selectas” como podría ser médicos forenses, disectores de morgues tanatólogos de funerarias o asistentes empíricos con experiencia en abordar cadáveres.
Igual fue su apreciación respecto del retiro de las vísceras, pues se requiere fuerza y habilidad para no dañar el cadáver, destacando que la estructura muscular de la parte pulmonar fue limpia. Dijo que no podía asegurar si la vagina fue extirpada con alguna intención.
Afirmó que las 58 heridas en la cara de Erika fueron hechas con el fin de dejar una impronta particular, plasmando sobre el rostro una obra, mas no tenían el objeto de causar intencionalmente la muerte o un carácter pasional. En cuanto al tronco evidenció arrastre y la piel retirada a propósito con delicadeza y la acción intencional de un corte chaleco.
El perito médico de la defensa manifestó que equimosis por sujeción en los brazos y manos sugieren que Erika sufrió un enfrentamiento con otra persona, hubo forcejeo, se defendió y alguien la golpeó por detrás.
Le llamó la atención la ausencia de fauna cadavérica en el tronco y que las características de la piel de esta parte no corresponde a refrigeración. En total el cuerpo de Erika fue desmembrado en ocho porciones, incluido el tronco. Estimó que el arma usada posiblemente no haya sido un sable.